- Llegó la hora de la dignidad
- Senadores: se arrugan o sublevan
- Beltrones, aliado de Duarte
Luis Velázquez
PASAMANOS: Las premisas son las siguientes:
Uno. Si los senadores Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla son los punteros en la encuesta histórica para la candidatura priista a gobernador.
Dos. Y si el CDE del PRI los está madreando a tiro por viaje creando y recreando la percepción de que son enemigos y adversarios del gobernador.
Tres. Y si Manlio Fabio Beltrones, presidente del CEN del PRI, como antes César Camacho Quiroz, se hace tonto y ningún dedo mueve para evitar el fuego amigo y enemigo.
Cuatro. Entonces, significa que Beltrones está consciente y seguro, tiene información extra, confidencial, exclusiva, manifiesta, críptica, polisémica, de que las elites del poder tricolor tienen otro favorito para la nominación a la silla embrujada del palacio principal de Xalapa.
Cinco. Más aún si se considera que toda su vida, Héctor Yunes ha alardeado de que Beltrones es su maestro, padrino, mecenas, tlatoani.
Tan es así que en la víspera de que Beltrones fue ungido presidente del CEN, Yunes Landa fue el puente para que el sonorense viajara a Boca del Río y en el departamento de Javier Duarte frente al Golfo de México tuvieran un desayunito, como los tres dejaron constancia en una foto publicada en la prensa local.
Seis. No obstante, el doble, triple, cuádruple juego de Beltrones se explicaría a partir de su candidatura presidencial que sueña para el año 2018.
Pero además, su proyecto político para perfilar a su hija Sylvana a la candidatura a gobernadora de Sonora y a su yerno a jefe de Gobierno en el Distrito Federal.
Siete. Tal cual, le vale sacrificar, sin ningún remordimiento, a Héctor Yunes.
Sólo así, dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, se explica que ante los guamazos del CDE del PRI, lo haya dejado solo en su periplo disidente y crítico ante el duartismo.
Y más luego de la súper madriza de “La caña amarga de pescar”.
Hacia el final del día, asegura un experimentado priista, las elites se arreglan entre ellas, sacrificando a los demás sin ningún pudor.
BALAUSTRADAS: Se trata de una sórdida lucha por el poder, donde además del poder político y el poder público, se atraviesan otros factores, entre ellos, el económico, pero también, la dignidad.
Y, bueno, si las premisas anteriores siguen cuajando como hasta anoche, entonces, los genes de la Intifada tanto de Héctor como de Pepe Yunes pudieran atravesarse para mantener y conservar su dignidad, que está por encima de todos, pues cuando las otras partes han vejado la dignidad, que es el más alto valor del espíritu, incluso, la única fortaleza de los pobres, entonces, todo está perdido.
Por ejemplo, si en el año 2010, el gobernador Fidel Herrera tomó el pelo tanto a Héctor como a Pepe con el ofrecimiento de la candidatura, la pregunta, mejor dicho, la duda es si ahora otra vez de nuevo se disciplinarían por completo al grado de cruzarse de brazos sin actuar y operar.
Pero más aún: si tal fuera, ¿uno y otro senador se disciplinarían así nomás, digamos, porque Beltrones se lo pida a Héctor y Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, a Pepe Yunes?
¿Bastaría, pues, una sola palabra para que Pepe y Héctor cruzaran los brazos y permitieran que Javier Duarte impusiera a su candidato cuando ellos han sido y son punteros favoritos en la tendencia de la encuesta histórica?
Todavía más si se considera que como parte de la precampaña electoral han caminado ene número de veces el territorio jarocho levantando grandes expectativas en la población de que con ellos Veracruz podría mejorar su calidad de vida.
ESCALERAS: Una cosita es la disciplina institucional y partidista y otra cosita es la dignidad humana.
Allá Beltrones con su aspiración presidencial y con la gubernatura de Sonora para su hija y la jefatura de Gobierno del DF para su yerno.
Allá Emilio Gamboa Patrón soñando con la gubernatura de Yucatán para su hijo, el diputado federal fast track.
Allá Luis Videgaray con su candidatura presidencial en el año 2018.
Jaime “El bronco” Rodríguez ya lo demostró en Nuevo León.
Y aun cuando “El bronco” operó su candidatura independiente con unos dos años de anticipación, los senadores tienen, mínimo, más de un año haciendo talacha.
Pero además, es claro y manifiesto el hartazgo ciudadano en contra de todo lo que huela a Javier Duarte y Fidel Herrera.
Claro, y de ser así, faltaría, como dice Carlos Ronzón, una infraestructura electoral paralela al CDE del PRI y unos mecenas para lanzarse por la libre.
Pero antes, mucho antes de que tal posibilidad fuera posible, pues suele ocurrir que a la hora decisiva todo mundo se arruga, primero se necesita que los senadores priistas estén dispuestos a desafiar el avasallante aparato gubernamental, en caso de que la decisión de Los Pinos tornara desfavorable.
“El bronco” tuvo los tamaños. También Dante Delgado, quien, además, fundara su partido político. Y de igual manera, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, entre tantos otros.
Es la hora crucial para los senadores ante la madriza sistemática y obsesiva del CDE del PRI, que sólo acata órdenes, y cuyo único objetivo es despojarlos de su legítima esperanza, y más ahora, cuando están más cerca que nunca.
Además, el tren únicamente pasa una vez en la vida…