- ”No tengo miedo a Duarte”
- Héctor Yunes, espada en prenda
- ”Solo estamos Pepe y yo”
Luis Velázquez
1
Ninguna actitud ni frase define más al senador Héctor Yunes Landa, que la siguiente:
“Yo a Javier Duarte… no le tengo miedo”.
Además del discurso reiterativo que ha mantenido en contra del Jefe Máximo del Priismo jarocho, el senador lo acusa, sin rodeos, de estar intimidando a los presidentes municipales y funcionarios públicos que están con su candidatura y que en unos casos llega hasta las auditorías como forma de presión para cambiar de actitud.
Es decir, la represión, el acoso, la amenaza directa, la persecución.
El aparato gubernamental en contra de los disidentes.
La fuerza del poder político, el poder social, el poder económico, el poder policiaco, el poder legislativo, el poder judicial y el poder mediático en contra de los hectorizados, aun cuando también es la misma jugada en contra de quienes se han expresado a favor de Pepe Yunes.
En el caso de Héctor, se reproduce la misma historia del año 2010, cuando Yunes Landa, también Pepe Yunes, fue estafado, timado y engañado por Fidel Herrera con la nominación priista a la sucesión.
Y si en aquel entonces, Yunes Landa fue bronco y bragado, ahora con la nueva edición todavía peor.
Y más, porque ahora pareciera tener los vientos a su favor: su amigo Manlio Fabio Beltrones, presidente del CEN del PRI, mínimo, para un buen arbitraje.
Y segundo, su mecenas, Alfredo del Mazo González, quien fue su jefe, jefe del grupo Atlacomulco del estado de México y tío del presidente Enrique Peña Nieto.
Más si se recuerda que en la tradición de los Yunes, Héctor es un peleador callejero, que ahora menos se dejará intimidar.
Por eso mismo, se ha convertido en un severo y pertinaz crítico de todo lo que huele a Duarte, a partir, digamos, de sus políticas públicas.
Incluso, el domingo primero de noviembre el restaurante “El amate” en el puerto jarocho amaneció quemado y que era el centro social donde Yunes Landa organizaba sus reuniones sociales.
El senador llegó al lugar del siniestro y dijo que le parecía muy raro que se haya quemado, primero, todo, y segundo, sin que nadie lo advirtiera.
2
Los hermanos Yunes Landa fueron educados así: en su infancia y adolescencia, su padre, César Yunes, tenía un par de perros, parece unos doberman, que cuidaban la casa, ubicada a un lado del único mercado popular.
Entonces, cuando un cristiano caminaba por ahí cerca y los perros lo olfateaban, se lanzaban como una jauría, ladrando, a la defensiva, sobre la ventana y pegaban un susto apocalíptico.
Un día, los parroquianos dejaron de caminar por esa banqueta.
El par de perros se volvían unos perritos chihuahueños a la voz de los hermanos.
Domador de perros bravos, Héctor aprendió a vivir a la orilla del precipicio y a caminar en la vida sin miedo a nada, ni siquiera, parafraseando a León Felipe, sin miedo al miedo.
Los ladridos del CDE del PRI son apenas un dulce cántico a su disidencia…
3
La irritación y la frustración política de Javier Duarte con el par de senadores es que sus precandidatos a la gubernatura nunca, jamás, crecieron en la percepción ciudadana, y por tanto, tampoco en la encuesta histórica.
Y eso que al momento ha tenido a los siguientes prospectos: Salvador Manzur, Fernando Charleston junior, Jorge Carvallo junior, Érick Lagos, Adolfo Mota, Alberto Silva, Gerardo Buganza y Tomás Ruiz.
Es decir, ocho favoritos y los ocho se le cayeron.
Además, los promovidos de última hora, entre ellos, Renato Tronco Gómez, Jorge Carvallo Hernández, Elías Miguel Moreno Brizuela, Domingo Bahena Corbalá y Víctor Serralde Martínez.
En contraparte, tanto Pepe como Héctor Yunes se mantienen como punteros en la encuesta histórica, alternando con el panista Miguel Ángel Yunes Linares, y la ira se ha multiplicado años luz.
Y si en algún momento del camino hubo un cortejo con Yunes Landa, hacia el final del día el cortocircuito se impuso, y el desaguisado resultó peor.
Yunes Landa se mantendrá en su postura, pues como afirmaba Alberto Camus, hacia el final de la vida, cuando se han cruzado los 50 años, el ser humano intenta recuperar un poco de la dignidad perdida.
Además, y como afirma don Pepe Yunes, la dignidad está por encima de cualquier cargo público.
4
Yunes Landa lo ha establecido con claridad:
“En la carrera por la gubernatura solo estamos Pepe y yo”.
Incluso, así ha sido desde hace muchos meses anteriores por más que del otro lado pretendan hacer creer que con el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, las puertas de Los Pinos están abiertas para imponer de candidato a un fidelista.
Aurelio Nuño tendrá derecho de picaporte con Enrique Peña, pero Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray Caso, Manlio Fabio Beltrones y Alfredo del Mazo González también.
5
Si ahora como senador, Héctor Yunes ningún miedo tiene a Duarte, menos cuando sea candidato priista a gobernador él y/o Pepe Yunes, que es lo mismo.
Y menos, mucho menos cuando ganen las urnas.
Y si Javier Duarte apuesta al Maximato fidelista, los senadores apuestan a una gubernatura de ocho años (dos años uno y seis años el otro), y dada la firmeza de ambos ante “el desorden administrativo, el caos financiero, la corrupción política, la inseguridad y la impunidad” del duartismo, las cárceles de Veracruz serán insuficientes.
Ni modo que Jaime “El bronco” Rodríguez como gobernador independiente de Nuevo León sea el único que encarcele a su antecesor, Rodrigo Medina, y en Veracruz, el futuro ejecutivo priista deje hacer y deje pasar.
De algo servirá la caña de pescar…