- Bragada la rectora
- Resistencia pacífica
- Revira al IPE y SEFIPLAN
Luis Velázquez
UV ACLARA PARADAS AL IPE Y SEFIPLAN
EMBARCADERO: A la malagueña, el duartismo pretende negar el pago de los dos mil millones de pesos a la Universidad Veracruzana, correspondientes 1,600 millones de pesos al subsidio estatal y 400 millones al subsidio federal que fue entregado por la secretaría de Hacienda y Crédito Público a la SEFIPLAN y ahí, todo indica, retenido.
Tal cual, de pronto, el director del Instituto de Pensiones, IPE, Armando Adriano Fabre, recibió la orden superior de bombardear a la UV.
Entonces, reviró diciendo que si la SEFIPLAN debe a la UV, la UV debe al IPE más de dos mil millones de pesos por cuotas obrero/patronales.
Es decir, que en todo caso si aplicaran cuentas, la UV saldría debiendo al IPE, y por añadidura, al gobierno del estado.
En respuesta, la secretaria de Administración y Finanzas, maestra Clementina Guerrero García, reviró con un desplegado en el periódico La Jornada Veracruz el jueves 12 de noviembre, 2015, página 9, donde sin rodeos afirma:
Uno. “La UV ha cumplido cabal y oportunamente con sus obligaciones ante el Instituto de Pensiones”.
Dos. La UV ha pagado los “importes y porcentajes de cuotas de trabajadores y aportaciones patronales”.
Tres. De igual manera los “pagos vinculados a su nómina de personal activo, todos ellos perfectamente registrados y comprobable”.
Cuatro. “El gobierno del Estado… retiene del subsidio estatal de la UV y transfiere los recursos para pagar las obligaciones de esta casa de estudios al IPE”.
Cinco. “La UV posee comprobantes del cumplimiento de sus obligaciones ante el IPE”.
Más claro ni el agua dicen los clásicos.
La Secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, jefa del Instituto de Pensiones, IPE, ha quedado, pues, exhibida.
Alguien, algunos, se fregaron los más de dos mil millones de pesos que dice el director del IPE debe la UV al Instituto de Pensiones.
Y por si existieran audaces y temerarios que lo dudaran, oficiosos, la secretaría de Administración y Finanzas es contundente:
“La UV tiene comprobantes del cumplimiento de sus obligaciones ante el IPE”.
Desde aquí, se cree en la palabra de la secretaría de Administración y Finanzas de la UV, que es la misma palabra de la rectora.
Nadie, sin embargo, se insiste, duda del director del IPE.
En todo caso, está bajo sospecha el juego del sexto secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, quien toda la vida se ha creído parido por los dioses, merecedor del Premio Nobel de Economía, Finanzas y Planeación.
INCULPA SEFIPLAN A LA FEDERACIÓN
ROMPEOLAS: A la malaguena, el gobierno de Veracruz pretende evadir el pago del pendiente millonario a la UV.
Por ejemplo:
A mitad de semana, la rectora de la máxima casa de estudios, doctora Sara Ladrón, se entrevistó en el Congreso de la Unión con varios senadores relacionados con la Comisión de Educación, además de los senadores de Veracruz.
Y como la rectora ha iniciado el movimiento pacífico que anunciara desde cuando iniciara el fuego amigo, entonces, el sexto titular de SEFIPLAN, le envió una cartita que entre otras cositas dice:
“La SEFIPLAN no ha realizado ninguna retención ni ha desviado recursos de los subsidios acordados con la Federación”.
Tal cual, entonces, a Gómez Pelegrín se le hace fácil tirar la pelota a la Federación (también se la acaban de tirar con la Alerta de Género), asegurando que la SEFIPLAN ni ha retenido ni desviado los recursos federales a la UV.
Caray, ¿por qué, entonces, han dejado pasar tanto tiempo omitiendo tales hechos y circunstancias, en caso, por supuesto, de que sea cierto, pues la fama pública de mentirosos nadie se las disputa ni se las quita?
¿Por qué, pues, curarse en salud diciendo que la SEFIPLAN en ningún momento “ha desviado los recursos de los subsidios federales a la UV”?
Así, sólo se abona la duda y la sospecha y la falta de credibilidad, y por añadidura, la ingobernabilidad se multiplica.
DE JAVIER BARRIOS SIERRA A SARA LADRÓN DE GUEVARA
ESCALERAS: Desde un principio, la rectora, una académica de prestigio nacional e internacional, lo precisó sin rodeos ni ambages. “Soy capaz de encabezar una resistencia pacífica… por la UV”, que es su única razón de vida de igual modo como un político vive obsesionado por el poder político en sí mismo.
Ahora, y luego de tantos meses de estafas a los proveedores y prestadores de servicios, estudiantes becados, deportistas discapacitados, seniles, constructores, etcétera, el gobierno de Veracruz se topa por vez primera con una mujer bragada y brava defendiendo su causa legítima.
Pero, además, movida por ideas e ideales, principios y valores universales que, además, nada tiene que perder en el mundillo político, porque simple y llanamente, su mundo es otro, y en ningún momento depende de la política para vivir y vivir con dignidad, de igual manera, como por ejemplo, el digno rector de la UNAM, Javier Barrios Sierra, enfrentara al presidente Gustavo Díaz Ordaz en el movimiento estudiantil del 68.
Y, por tanto, con más firmeza y más entereza está luchando y seguirá dando la pelea.
Ningún duartista se lo creyó cuando lo anunciara en tiempo y forma.
Pero, además, la rectora está encarnando la lucha de muchos, muchísimos otros particulares de Veracruz que en los últimos cinco años han sido estafados por el duartismo, y por añadidura, también por el Fidelato, cuando el señor Javier Duarte era subsecretario y secretario de Finanzas y Planeación.
En el fondo predomina una sola realidad:
¿Dónde está el dinero público?
¿Qué destino dieron a los recursos estatales y federales?
¿Quién o quiénes se lo fregaron?
Y más, mucho más, cuando de norte a sur y de este a oeste de la tierra jarocha ninguna obra pública de trascendencia local o regional existe.
Con Fidel Herrera Beltrán, cuando menos levantaron puentes… que se cayeron, porque inflaron el presupuesto, aumentaron el diezmo y utilizaron pésimos materiales de construcción.