Agravia DIF a seniles
Luis Velázquez
Si la Secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, se ha declarado incompetente para liquidar diez millones de pesos a las agencias automotrices que les vendieron automóviles y camionetas.
Y si la SEFIPLAN ha parido cuates para pagar un abonito a los estudiantes becarios de Veracruz, a quienes adeudaba 120 millones de pesos.
Y si otra cantidad semejante deben a los deportistas discapacitados, algunos de los cuales han obtenido premios nacionales.
Entonces, menos, mucho menos podrá liquidar los 400 millones de pesos que desde hace diez meses adeudan a 39 mil 545 adultos mayores acreditados en el Programa Alimenticio.
Se trata del peor agravio del DIF a las personas de la séptima década que en la tierra jarocha fueron alentadas con un apoyo y de pronto, zas, lo cancelaron, sin ninguna explicación.
Y durante nueve meses consecutivos, diez el próximo viernes 31 de julio, han andado como limosneros, sin que ninguna autoridad les enfrente.
Y menos la barbie del DIF, Astrid Elías Mansur, nombre de abolengo en Córdoba, elite económica, social y política en el poder sexenal.
Y es que, bueno, cuando de pronto la SEFIPLAN extiende cheques de hule a los pensionados acreditados en el Instituto de Pensiones del Estado, IPE, luego de 30 años de servicio ininterrumpido.
Y cuando, incluso, los genios de la SEFIPLAN y el IPE sopesan quitar la pensión móvil y hasta el aguinaldo a los pensionados porque solo así, creen, el Instituto podrá salir del atolladero.
Y cuando a los casi 40 mil ancianos jodidos entre los jodidos les han retenido los apoyos sociales, mientras la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, proclama los auxilios peñistas a los abuelos, entonces, en Veracruz, hemos llegado al colapso financiero como lo ha documentado el senador Pepe Yunes Zorrilla.
Cada trimestre, los abuelos inscritos en el padrón del DIF reciben 2 mil 500 pesos que, bueno, ha ido subiendo según la inflación, y aun cuando se trata de un aumento mínino de pesos, mejor dicho, centavos, cada año aumenta.
Pero, además, en su recibo trimestral les advierten que los 2 mil 500 pesos son para alimentación, pagar la consulta médica y comprar las medicinas, acorde con aquella ocurrencia genial de Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público, que una familia podía vivir bien con seis meses mensuales, además de comprarse un volcho.
Así, cuando en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán fue aprobada dicha ley, jamás, nunca, ni por error, el apoyo trimestral fue entregado con atraso.
Incluso, si se atravesaba una época electoral, el DIF tenía instrucciones de entregar dos cheques de un jalón que cubría un semestre completo para evitar que con la veda electoral los viejitos pasaran las de Caín.
Desde luego la oposición decía que se trataba de una estrategia fidelista para alegría de los seniles y, al mismo tiempo, se acordaran de los candidatos de Herrera Beltrán a la hora de votar.
Ahora, no obstante, con Javier Duarte, se ha llegado al peor de los agravios, pues además de nueve meses sin el pago correspondiente, nadie ni los ve ni los oye; lamentablemente tampoco les importan.
Ni al DIF de la señito Astrid Mansur ni tampoco a la SEFIPLAN de Antonio Gómez Pelegrín.
Lo más deplorable del asunto es que en la lista de corrimiento esperan a que tales viejitos mueran, hay más de 84 mil adultos mayores llamando a la puerta.
Las circunstancias serán catastróficas cuando se cumpla el pronóstico geriátrico: antes del año 2025 la curva de la vida será al revés, la mayor parte de la población habrá envejecido, y más porque el grueso de la población senil estará sin seguridad social.
833 PESOS AL MES
Los familiares de algunos viejitos cuentan que a cada rato los llevan al DIF estatal y municipal a preguntar con desesperación si existe alguna lucecita en el túnel para que les paguen.
Y resulta que los cheques de 2 mil 500 pesos trimestres (es decir, 833 pesos mensuales para comer, pagar la consulta médica y comprar la medicina) ni sus luces.
Tampoco hay una esperanza para el pago, pues echando cuentas resulta que si el gobierno de Javier Duarte tuviera voluntad expresa para ponerse al corriente habrá de expedir unos 40 mil cheques de 7 mil 500 pesos cada uno para igual número de seniles, con lo que se habla de 400 millones de pesos, aprox.
Pero, bueno, así es la dimensión de la indolencia, el menosprecio y el valemadrismo con que la generación política en el poder sexenal ha ejercido el poder, aun cuando, en contraparte, hay dinero suficiente para que las barbies estén veraneando en alguna latitud del mundo y para obsequiar casas y departamentos a las novias y para comprar un avión como Jorge Alejandro Carvallo Delfín y una mansión más en el fraccionamiento Las ánimas como Gabriel Deantes Ramos y un depa frente al Golfo de México, en la bahía a la altura de Boca del Río, como Adolfo Mota Hernández.
Hay dinero público, entonces, para unas cositas.
QUE LOS POBRES YA VIVEN MEJOR…
El gobierno se corta las venas por los pobres, los miserables y los jodidos.
Desheredados de la fortuna les llamaba Albert Camus.
Olvidados les decía Luis Buñuel.
Los desterrados les denominaba Franz Fanon.
Enrique Peña Nieto denominó su programa estelar como la Cruzada nacional contra el hambre, en donde los pobres entre los pobres eran prioridad.
La semana anterior la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, quien en su juventud universitaria soñaba con La dictadura del proletariado, aseguró sin pudo ni rubor que los pobres ya vivían mejor en México.
Pero en Veracruz sucede que a los pensionados del IPE les pagan con cheques de hule y todavía el sexto titular de la SEFIPLAN inculpa al IPE del error, en tanto a 40 mil ancianos inscritos en el DIF para una ayudita de 833 pesos mensuales les adeudan desde hace nueve meses.
El peor agravio a la población más frágil de Veracruz que nunca antes había sucedido en la historia de los 72 gobernadores que han caminado por el palacio principal de Xalapa.
El colmo del duartismo…