Xalapa, Ver.-Edwin Rivera Paz, se paseó por la ciudad de Acayucan, con cámara y celular en mano. Buscaba documentar los sufrimientos que deben pasar los migrantes en tránsito por Veracruz.
El 9 de julio fue el último. Ya que un grupo de hombres en motocicleta acabaron con su vida, muy cerca de donde vivía.
De nada sirvió la protección complementaria que debía tener dado que estaba pidiendo refugio en México por la situación de violencia en su país, de la cual tuvo que salir huyendo.
“Protección complementaria, él había solicitado, estaba en calidad de solicitante de refugio, por lo tanto Comar ya le había otorgado la protección complementaria, a él y a otro muchacho con que él estaba radicando ahí en la ciudad de Acayucan”, aseguró el cónsul de Honduras en Veracruz, Raúl Othoniel Morazán.
Un rastro de sangre quedó en la calle Porvenir, justo donde encontró el fin de su vida. En el lugar solo una veladora pide porque en algún lugar encuentre la paz.
Para él, el Gobierno de Veracruz debe investigar y encontrar a quienes mataron a su connacional, por lo que el trámite no debe terminar con el regreso de los restos de Edwin Rivera a su natal Honduras.