Este domingo se confirmó la muerte del jefe del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán, Abdul Hasib, durante una operación conjunta a fines de abril.
«Varios otros responsables de alto rango» del EI resultaron muertos, así como 35 combatientes, durante un ataque de comandos afganos junto con fuerzas estadounidenses, indica un comunicado de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán.
En una declaración separada, la presidencia afgana «confirma que Abdul Hasib, líder del EI-Jorasán (EI-J nombre de la rama local del EI en Afganistán, NDLR) resultó muerto en la provincia de Nangarhar», fronteriza con Pakistán y feudo del EI.
El Pentágono había anunciado el 29 de abril, sin confirmarla, la muerte «probable» de Abdul Hasib durante una operación que había costado la vida dos Rangers estadounidenses, posiblemente como resultado de «disparos amigos».
A mediados de abril el ejército norteamericano lanzó la bomba más poderosa de su arsenal sobre posiciones subterráneas del El en el distrito de Achin, en Nangarhar, en una operación en la que habrían muerto 96 yihadistas.