domingo, diciembre 22, 2024

Barandal

Comida de la amistad

El chef Reynaldo Escobar

Pitorrearse de la vida

 

Luis Velázquez

 

PASAMANOS: En nombre de la amistad y las ligas políticas de otros tiempos, frescas hoy, Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, cuya biografía pública resulta innecesario repetirla por conocida, tuvo una comida con varios funcionarios y diputados locales… Entre ellos, los priistas Marcela Aguilera Landeta, David Velasco Chedraui y José Ramón Gutiérrez, quien renunció al PAN y se ha vuelto tricolor y declarado el diputado del general Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública… También, los diputados azules, Carlos “Chico” Fuentes Urrutia y Julen Rementería… Y el diputado del PVEM, Eduardo Sánchez Macías… Entre otros priistas, con un cargo en el gabinete duartista, asistieron Francisco Portilla, gerente de la LXIII Legislatura; Emeterio López Márquez, exprocurador de Justicia y asesor político de Gerardo Buganza Salmerón, secretario General de Gobierno; Luis Arturo Ugalde Álvarez, director administrativo del Congreso local, y Giovanni Pérez, subdirector jurídico del Congreso… También estuvo Roberto Sánchez Escalante, diputado federal suplente de Javier Herrera Borunda, ambos del PVEM… El atracón inició en el restaurante del hotel Del Centro, propiedad de Escobar Pérez, y terminó hacia la madrugada en el bar “El Quijote”, cuando las lámparas iluminaban la calle, incluso, cuando el tintineo de la campanita anunciaba el paso del camión recolector de la basura… Lejos de la política ahora, como estudioso de la naturaleza humana en tiempos de esplendor y en tiempos de precariedad, el exprocurador, exsecretario General de Gobierno, exalcalde de Xalapa y exdiputado local por la oposición, hasta cantó sus famosos boleros grabados en un disco, con el puro encendido en la mano izquierda y la copa con agüita en la derecha, pues desde hace ratito está a dieta con un resultado optimista…

BALAUSTRADAS: Sin distinción de siglas partidistas, el ex de todo, menos de exgobernador, convocó a sus amigos del poder Legislativo a compartir el pan y la sal en su restaurante que ahora promueve como empresa familiar, jubilado ya de la Universidad Veracruzana (20 años en la academia) y del servicio público, digamos, por ahora, pues será político hasta un segundo antes de morir… Por supuesto, hablaron de la prehistoria de la política en Veracruz antes de la llegada del Pirata Lorencillo con anécdotas para pitorrearse de la vida y quizá, digamos, hasta terminarían destapándose unos a los otros como candidatos independientes al puesto público que se ponga enfrente, ahora cuando la Broncomanía causa disturbios sociales y políticos de norte a sur y de este a oeste de la nación… Incluso, sólo faltó que todos se unieran alrededor de un posible candidato ciudadano a la gubernatura, quizá con Renato Tronco, que ya lleva camino adelantado, acaso Juanelo, el exalcalde de Coatepec que tantos dolores de cabeza origina en el Fiscal General, quizá con Omar Cruz, el exalcalde de Medellín que acusado de asesino intelectual del reportero y activista social, Moisés Sánchez Cereso, tuvo espacio y tiempo suficiente (¡qué ironía, vaya!) de fugarse a las islas Fidji, donde se afirma anda tan feliz y campante… Pitorriza, pues, donde al final del camino todos fueron santificados por el pastor evangélico, Emeterio López Márquez, a quien el Fiscal agarrara de tonto con aquella denuncia penal interpuesta como director jurídico de la SIOP en contra de los extitulares de la SECOM y de 30 constructoras que se fueron al baile con el dinero oficial… Fue, pues, un convivio lleno de ironía, sentido del humor, desparpajo y destresante como dijeran aquellos diputados federales que en Puerto Vallarte se olvidaron de la tarea legislativa con unas cortesanas a las que pagaron 35 mil pesos por los servicios prestados a la patria azul…

ESCALERAS: Luego de tantos meses de confinamiento, un día, el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, invitó a sus antecesores a un diálogo, intercambio de experiencias, sobre el ejercicio municipal, y asistieron 8, entre ellos, Reynaldo Escobar… A partir de ahí, una vez más, el animal político que lleva dentro resucitó por completo, y ahora, en y desde la añoranza desea revivir el tiempo pasado, quizá, acaso, para escribir sus memorias… Por eso, el convivio con los diputados locales y varios funcionarios de la Legislatura… Pronto, pudiera extenderlo al poder Judicial, digamos, con los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, donde tiene varios amigos, incluso, desde la facultad de Leyes y desde la academia en la Universidad Veracruzana… Y más, cuando su despacho jurídico va en tiempo y forma, con buenos asuntos a nivel local, pero también estatal y nacional, en que se ocupa… Pero además, atendiendo su hotel con gran satisfacción, pues de niño soñó con ser botones y ahora la vida le ha permitido ser dueño de un hotel, donde despacha como gerente general y se ocupa hasta del menú con sabrosos platillos regionales… El chef Reynaldo Escobar atendiendo a sus amigos políticos, si se considera que por el estómago se logran las grandes conquistas de la vida…

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