martes, abril 30, 2024

Escenarios

•El sueldo del gobernador

•Los negocios en otro lado

•El insaciable Javier Duarte

Por: Luis Velázquez

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El Congreso de Veracruz aprobó el presupuesto 2017 de la Yunicidad. Y dado los salarios autorizados se explicaría, sin justificarse, el daño patrimonial que Javier Duarte y los duartistas causaron al erario con la bendición del Orfis, la Comisión de Vigilancia del Congreso, los Contralores y los secretarios de Finanzas y Planeación, todos, simples empleados.

Por ejemplo, el góber azul percibirá el mismo salario que su antecesor. Es decir, 74 mil 938 pesos mensuales.

Y, caray, el enorme sacrificio humano, político, social y económico que el jefe del Poder Ejecutivo realiza para servir a los 8 millones de habitantes de Veracruz merece más, mucho más estímulo salarial.

Por eso, claro, ha de entenderse, en ningún momento validarse, que el prófugo de la justicia desde hace 84 días se volviera insaciable con el dinero público, y entre otros trastupijes, haya cometido con los suyos, el secretario de Salud y el director y el administrador del Hospital Regional en turno, el fraude con los niños enfermos de cáncer.

Su ambición sin límites ni fiscalización, simple codicia, el apego al billete diría el arzobispo, los llevó a tales crímenes de lesa humanidad y atropellos a los elementales derechos humanos.

Por eso, incluso, si los diputados locales autorizaron un salario de 74 mil 938 pesos al gobernador, simple y llanamente, le vale, porque como está probado y comprobado con los Javier Duarte, Rodrigo Medina, César Duarte, Roberto Borge, Andrés Granier, Humberto Moreira y Guillermo Padrés, durante seis años la secretaría de Finanzas y Planeación puede manejarse como la gerencia de una hacienda porfirista, y hacer y deshacer.

Y lo más importantes, sin rendir cuentas a nadie.

Más aún, los 74 mil 938 pesos de sueldo mensual que cobraba Duarte, de hecho y derecho los tomaba para comprar tortas en “La rielera” de Córdoba, frutsis y refrescos de cola.

El sueldo del gobernador y compañía es un mero parapeto.

Incluso, elemento distractor para declararse un político de la pureza, honesto, íntegro, impoluto…, y lo que, claro, nadie le cree.

Los negocios están en otro lado. Javier Duarte así lo demostró y con creces.

“Yo le decía que estaba mal desviar el dinero federa, decía Antonio Gómez Pelegrín, y no me hacía caso”.

“Era mi amigo, pero nos engañó a todos” terminó reconociendo Flavino Ríos Alvarado.

“Apenas supe de los desvíos oficiales renuncié a la SEFIPLAN” dijo Tomás Ruiz González, pero regresó a la SIOP.

2

En el mismo tenor están los secretarios de despacho y homólogos.

Por ejemplo, según el palomeo del Congreso ellos ganarán 60 mil 540 pesos mensuales, incluido el sueldo base, la prima vacacional y la seguridad social.

Habría, entonces, de preguntarse, por ejemplo, la multiplicación de los peces y los panes del diputado federal, Jorge Carvallo Delfín, para tener un rancho en Jilotepec, “El azafrán”, otro rancho en Papantla según asegura el líder priista, Raúl Díaz Diez, un helicóptero que se le desplomó, un jet Bech Craft modelo 1993, 3 lotes en el frac. Club de Golf de Xalapa y la línea de traylers logrados con sus cargos públicos desempeñados, a saber, secretario de Desarrollo Social, diputado local, presidente del CDE del PRI y secretario particular de Fidel Herrera y Javier Duarte.

Así, el sueldo percibido nunca corresponde a los bienes poseídos.

Y ni modo, como dijera Gabriel Deantes Ramos, secretario de Trabajo y genio electoral de Javier Duarte, que a todos herede su padre con 39 millones de pesos.

O el caso de Adolfo Mota para tener con ese salario su mansión en Coatepec, su mansión en Xalapa en el Frac. Club de Golfo y su departamento de fin de semana frente al Golfo de México, entre otras cositas, más lo que se ignora.

60 mil 540 pesos de sueldo mensual es una cantidad que dada la fortuna de cada político duartista pone bajo sospecha al más pintado.

Y que, bueno, de repetirse la constante en la Yunicidad, permitirá que la sentencia bíblica (“Los carniceros de hoy serán las reses del mañana”) se cumpla al pie de la letra.

“En la casa del jabonero, reza el dicho popular, quien no cae… resbala”.

3

La tabla de los sueldos a los funcionarios de la Yunicidad ha de guardarse para que conforme transcurran los meses se coteje con la fama pública del gabinete legal y ampliado.

Por ejemplo:

Subsecretarios: 52 mil 320 pesos.

Directores generales y coordinadores de asesores: 50 mil 274 pesos.

Directores de área: 40 mil 476 pesos.

Subdirectores, asesores y homólogos: 34 mil 575 pesos.

Jefes de departamento, consultor ejecutivo de proyectos: 27 mil 325 pesos.

Jefes de oficina y supervisores: 19 mil 813 pesos.

Secretaria ejecutiva: 17 mil 444 pesos.

Por ejemplo, hacia finales del duartismo, en las redes sociales lamparearon la fortuna de Betty del Toro, la secretaria de Javier Duarte, y de quien se afirmó la habría obtenido bajo la sombra del diputado local, Vicente Benítez González, “El señor de las maletas voladoras” y “El profe de las tangas eróticas”.

Y es que la fama pública ha creado la siguiente leyenda: en cada sexenio aparecen nuevos ricos y nuevas fortunas, la mayoría que se van y quedan en la impunidad.

Por esa la fama de que la mayoría de los políticos, salvo excepciones, son y/o están ligados a la corrupción.

Si Javier Duarte se hubiera apegado a su salario de 74 mil 938 pesos, y dado su tren de vida familiar y amical, ahorita estaría pidiendo limosna afuera de la Catedral de Xalapa.

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