Por: Mary García
El testamento es un acto jurídico porque es una declaración de voluntad llamada a producir efectos jurídicos; y es unilateral, porque para nacer a la vida jurídica, requiere de la sola voluntad del testador.
En el testamento interviene una sola persona. Esto trae como consecuencia que no se acepten los testamentos mancomunados o conjuntos (aquellos otorgados por dos o más personas); tampoco cabe en él la representación jurídica, ya que el Código Civil, dispone: “La facultad de testar es indelegable”.
Septiembre es el mes del testamento, aún quedan algunos días para que aquellas personas que deseen proceder a realizar este acto jurídico, lo realicen a un bajo costo, campaña implementada precisamente para que se herede tranquilidad.
Cuando una persona fallece sin haber realizado un testamento, el procedimiento que deben llevar a cabo los posibles beneficiarios, es promover el intestado, y este proceso puede ser largo y tedioso, además que puede complicarse si surgen controversias entre los herederos.
Son realmente pocas las personas que toman sus precauciones en situaciones como ésta, quizá debido a que pensar en la muerte no les genera satisfacción, o porque desconocen la figura jurídica del testamento, o están mal informados y piensan que al testar, pierden sus derechos, lo cierto es que por diversas razones muchas familias se ven involucradas en litigios cuando esto pudo evitarse si se hubieran tomado las medidas a tiempo.
El testamento es una declaración de la voluntad de una persona, no afecta sus derechos sobre la propiedad, y este puede ser modificado si se desea, y por supuesto pierde efecto si al final la persona muere y no deja nada.
Dentro del ámbito legal, el testamento es una figura muy importante, evita muchos problemas entre familias, que incluso han llegado a derivar en homicidios por problemas de herencias, además en esta escritura pública, se pueden manejar clausulas donde se expone la última voluntad de la persona, y sus condiciones, lo cual debe ser respetado por el o los herederos.
Aunque en México aún existen grupos poblacionales donde el tema del testamento no desean ni tocarlo, porque consideran que es sinónimo de muerte, pensar en ello es como pensar en morir, cuando en realidad es sinónimo de prevención, es evitar conflictos futuros, es no dejar problemas, y sobre todo es protección para los seres queridos.