El atentado suicida contra una boda en la ciudad de Gaziantep, en el sureste de Turquía, atribuido al yihadista Estado Islámico (Dáesh), ha vuelto a poner de manifiesto las tensiones existentes entre las corrientes de izquierda y las redes islamistas radicales en la población kurda de Anatolia.
La masacre fue cometida por un adolescente de 12 a 14 años que «se hizo detonar o al que hicieron detonar» en una calle céntrica de la ciudad donde se celebraba la boda, aseguró hoy ante la prensa el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Un comunicado de la Fiscalía de Gaziantep confirmó el hallazgo de un chaleco-bomba despedazado en el lugar de los hechos, informa el diario «Hürriyet».