El gobierno mexicano extraditó el martes a Estados Unidos a Mauricio Sánchez Garza, operador del cártel de Sinaloa, acusado de conspiración para lavar millones de dólares a través de inversiones en bienes raíces en San Antonio.
También es el responsable del entramado financiero de la película autobiográfica que Joaquín El Chapo Guzmán quería filmar con ayuda de la actriz Kate del Castillo.
El Departamento del Tesoro acusó a Sánchez Garza de lavar dinero de Rafael Caro Quintero, uno de los jefes originales del Cártel de Sinaloa.
El martes Sánchez volvió a San Antonio, Texas, con las manos esposadas, después de pasar más de cinco años huyendo de las autoridades en territorio nacional. En San Antonio está acusado de conspiración para lavar dinero y extorsión.