Desde la entrada en vigor del sistema económico neoliberal en México las familias han visto disminuidos sus beneficios otorgados por el Estado, tal es el caso de la Reforma Energética que abre el mercado internacional para explorar el territorio nacional y comerciar con los hidrocarburos quitando el monopolio de Pemex sobre la promesa de disminuir costos en servicios como la luz y la gasolina y hacer “más competitivo a Pemex”.

El resultado hasta el momento es un amento justo en la electricidad y en la gasolina, y la Agencia de Información de Energía (AIE), ente del Departamento de Energía de Estados Unidos ha rebelado que el Gobierno mexicano espera retirar los subsidios otorgados en el rubro energético.

“Los funcionarios mexicanos esperan que la restructuración de la industria eléctrica reducirá los costos de producir electricidad, disminuyendo o eliminando los subsidios gubernamentales que mantienen bajas las tarifas” entre los usuarios de menor consumo, indicó el reporte.

“El Gobierno mexicano tiene fuertes subsidios para los precios finales de la electricidad (de bajo consumo). Algunos cálculos establecen que el costo de abastecer a los consumidores domésticos en México es más del doble del precio que la Comisión Federal de Electricidad les cobra por el servicio”, apuntó.