Ginebra, Suiza.- La llama olímpica de Río de Janeiro visitó el viernes la sede de Naciones Unidas en Ginebra, donde funcionarios dijeron que el equipo formado por deportistas refugiados llevará un mensaje de esperanza a las personas en su misma situación en todo el mundo.
La llama, que fue encendida en Olimpia (Grecia) la semana pasada y fue llevada a Suiza en una linterna, visitó la ONU por primera vez antes de viajar a Brasil, donde recorrerá 20.000 kilómetros por tierra y 16.000 por aire en las manos de 12.000 relevistas, antes de la ceremonia inaugural el 5 de agosto en el estadio Maracaná.
«Esta llama es un símbolo de solidaridad con todos los pueblos del mundo», dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
También elogió la decisión del COI de crear un equipo con deportistas refugiados que competirán en Río bajo la bandera olímpica.
«Por primera vez en la historia, atletas talentosos que se han visto obligados a huir de sus hogares podrán competir por el oro», dijo Ban. «Los otros refugiados podrán ver a competidores extraordinarios, que le dan esperanzas a todos. Todo el mundo verá a los refugiados de la manera que merecen ser vistos: como gente talentosa, fuerte e inspiradora».
«Ganen o pierdan, todos son campeones en espíritu», agregó. «Le doy la bienvenida al equipo de refugiados, y estaré alentándolos con todo».
El COI identificó a 43 refugiados como candidatos para integrar el equipo, que se espera que sea integrado por entre cinco y 10 personas. El COI anunciará los elegidos en la próxima reunión de su comité ejecutivo a principios de junio.
El lunes, el refugiado sirio Ibrahim Al-Hussein, quien tiene una pierna amputada, portó la antorcha al pasar por un campamento de refugiados en Atenas.
«Queremos enviar un mensaje de esperanza a todos los refugiados del mundo, que no están olvidados», apuntó el presidente del COI, Thomas Bach. «En nuestro mundo tan frágil, los valores olímpicos de solidaridad y paz son más importantes que nunca».
La llama también fue llevada el viernes al Museo Olímpico en Lausana, donde el COI tiene su sede.
La llama llegará a Brasil el martes, para iniciar en la capital Brasilia un recorrido por todo el país.
Los Juegos se realizarán justo cuando Brasil atraviesa crisis económica, política y sanitaria. La presidenta Dilma Rousseff enfrenta un juicio político, la economía está en receso y el país es el epicentro de un brote del virus zika.
Sin embargo, el COI y los organizadores brasileños aseguran que los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica serán todo un éxito.
«Serán unos Juegos Olímpicos espectaculares», afirmó Bach. «En unas cuantas semanas, el pueblo brasileño le dará la bienvenida al mundo con entusiasmo, y nos sorprenderá a todos con su alegría y su pasión por el deporte».
La ceremonia en la ONU se realizó a 98 días de la ceremonia inaugural.
«No podemos desperdiciar un solo segundo», indicó el líder del comité organizador, Carlos Nuzman. «Estamos listos para recibir al mundo, estamos orgullosos de ser brasileños».