•Finas personas con el Yunes rojo
•El pasado los condena, pero…
•Ellos ya treparon a la rueda del poder
Por: Luis Velázquez
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Si es cierto que el equipo humano de un político lo prestigia o lo descarrila, entonces, el Yunes rojo estaría yendo al descrédito antes, mucho antes de ganar en las urnas.
Por ejemplo, constituye un misterio, a menos que sea “tomadura de pelo”, anunciar que la secretaría General de Gobierno está desde ahora predestinada para el biólogo Alfredo Tress, el gran traidor a Dante Delgado Rannauro, luego de que lo entronizara como líder estatal de Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, y diputado local.
Pero más aún cuando todo indica Yolanda Gutiérrez Carlín, secretaria de Protección Civil de Javier Duarte, estará en la nómina en los dos años de la llamada mini/gubernatura.
Y más por lo siguiente:
Cuando Reynaldo Escobar Pérez ganó la elección como presidente municipal de Xalapa, una de sus primeras acciones fue destituir a Yolanda Gutiérrez en la dirección de la Comisión Municipal de Agua Potable.
Así, la respuesta de Gutiérrez Carlín fue interponer una demanda por daño moral de 500 millones de pesos en contra de Escobar Pérez.
El litigio se llevó unos cinco, seis años, y hacia el final del camino, Reynaldo, el mejor litigante de Xalapa y del Golfo de México, catedrático en la facultad de Leyes de la UV durante 20 años, exlíder sindical en el FESAPAUV, ganó la demanda.
Y por tanto, Yolanda Gutiérrez quedó obligada a pagar el 20 por ciento de la liquidación que por daño moral exigía, es decir, cien millones de pesos al abogado de Escobar Pérez, Celestino Acosta González.
Al momento, luego de que Reynaldo pasara por la secretaría General de Gobierno y la procuraduría de Justicia de Veracruz, Gutiérrez Carlín sigue adeudando los cien millones de pesos a Celestino Acosta, el jefe jurídico por cierto de Dalos Ulises en la PROFEPA.
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En su paso por SAS, Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano, en el puerto jarocho, donde llegara por dedazo del góber fogoso, Yolanda Gutiérrez aplicó la misma estrategia que José Ricardo Ruiz Carmona, alias “El Pepín”, y quien primero fue promotor del senador Pepe Yunes Zorrilla y ahora está con Héctor Yunes camino a la mini.
SAS fue mudado con Yolis Gutiérrez en una caja chica del gobernador en turno.
Y por añadidura, se despachó con la cuchara grande, desde la diversidad sexual que predominó con funcionarios hasta la compra, según la fama pública, de un departamento de lujo frente al Golfo de México, y existen quienes aseguran que otro en Argentina, lo que parecía mitológico.
Pero además, con la absoluta protección del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso, que le garantizaron, como también a “El Pepín”, inmunidad e impunidad total y absoluta.
No obstante, luego de SAS fue premiada por Javier Duarte en la secretaría de Protección Civil, desde donde opera para el Yunes rojo.
En reciprocidad, uno de sus hijos es secretario particular del candidato priista a la mini, de igual manera, como también, y por ejemplo, un nieto de Manuel Carbonell de la Hoz, el poderoso subsecretario de Gobierno de Rafael Murillo Vidal, y un hijo del (ex) escolta jubilado, Víctor Argüelles.
La familia priista, pues, como dijera Regina Vázquez Saut, que como secretaria General del CEN del PRI, tiene amarrada la candidatura a diputada local por la vía pluri en el segundo lugar de la lista.
Con tan finas personas, el candidato tricolor busca ganar en las urnas, y lo peor, cuando ni siquiera tienen una base social, una real fuerza política, como un plus para arrimar un montón de votos decisivos.
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El duartismo anda tan descarrilado en la fama pública que de plano da pena, pena ajena, sentirse orgullo de pertenecer al tricolor.
En todo caso, si un militante se confiesa priista se consuela diciendo que es priista, pero del PRI abanderado por Héctor Yunes y/o Pepe Yunes.
Y más, cuando se miran las bellas personas girando alrededor del Yunes rojo, como por ejemplo, la entrega del partido tricolor, con Felipe Amadeo Flores Espinoza, y de paso, el Montesinos de Héctor, Harry Jackson, a los caciques regionales para que impongan a sus candidatos a la 64ª. Legislatura, de igual manera como en 1929 lo aplicara Plutarco Elías Calles al fundar el partido abuelito del PRI.
La candidatura a la curul de Coatzacoalcos para el cacique sureño, Marcelo Montiel Montiel, a través de su cuaderno de triple raya, Víctor Rodríguez, entronizado como líder, ajá, del Movimiento Territorial.
La candidatura pluri a la curul para Regina Vázquez Saut, dueña con su hermana Fabiola, del distrito de Acayucan.
La candidatura a la curul por el distrito de Santiago Tuxtla para Amanda Gasperín Bulbarela, alcaldesa de Rodríguez Clara, que con su esposito se intercambian los cargos públicos.
La candidatura a la curul por San Andrés Tuxtla para Vicente Benítez, “El señor de las tangas” y “El señor de las maletas voladoras”, carrera meteórica con Javier Duarte.
La candidatura a diputado local por Zongolica para el cacique Tomás López Landero, “El rey de la chatarra”.
Y, por supuesto, la candidatura para Callejitas, hijo del gran cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, dueño de la sección 32 del SNTE desde hace 33 años.
Y es que si además de los privilegios a los caciques, el Yunes rojo ofrece espacios a tan bellas personas, muchas dudas y sospechas alimenta desde ahora para garantizar un gobierno de 2 años al servicio de los jodidos.