• Destino de Javier Duarte
• Un desván, primera opción
• El autoexilio, segunda 

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Es tanto el descrédito con que Javier Duarte, JD, está terminando el sexenio que hasta una parte importante de los mismos priistas se expresa mal de su tiempo como gobernador… Incluso, y lo más indicativo, que hasta los senadores Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla, se han desmarcado de su persona desde antes, mucho antes de que de norte a sur y de este a oeste se multiplicara, más que el rechazo popular, el repudio… Y el repudio que, incluso, llega a las señoras en las tardes pasteleras y en la manualidad hasta los niños de quinto y sexto año de primaria en adelante… Funcionarios de primer nivel de su gabinete despotrican en su contra y hay quienes aseguran que terminará con el siquiatra… Incluso, recuerdan la célebre frase de Vicente Lombardo Toledano, entonces dirigente obrero cetemista, expresada en 1946 cuando la sucesión de Manuel Ávila Camacho a Miguel Alemán, tiempo en que Maximino Ávila Camacho exigía la candidatura presidencial… Así, Lombardo Toledo dijo que Maximino era el candidato ideal, pero para el manicomio… Y para el manicomio, porque el hermano del presidente le reviró diciendo que por ningún concepto permitiría que Alemán fuese presidente, de tal manera que estaba dispuesto a asesinarlo aunque causara un escándalo internacional… Es más, tales priistas aseguran que como JD es mecha corta, trepado en su bipolaridad y cólera, y en su rencor y odio, se le nubla la razón… Y no escucha a nadie, a tal grado que termina escuchándose a sí mismo… Y lo peor, como ha visto que no obstante el repudio popular, Los Pinos de Enrique Peña Nieto ningún manotazo en su contra han asestado, entonces, temerario y audaz, desafiante, se ha crecido al castigo… “Yo soy el Estado” decía Luis XIV a los 19 años de edad, ¡vaya chamaquito cabrón!…

ROMPEOLAS: Estamos, pues, ante un caso psicológico, psiquiátrico y neurológico de la transformación cerebral de un político en el ejercicio del poder… Lo peor del asunto es que como una persona bipolar, irritable, al grado de la cólera, influenciable, acusando a todos de incomprensión, y por añadidura, de ingratitud a su enorme y gigantesco servicio social, se ha dejado aprisionar por la megalomanía… Y sigue actuando como si estuviera en el primer año del sexenio según deriva el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica… Por ejemplo, ante la denuncia penal de la Auditoría Superior de la Federación, ha revirado con soberbia, asegurando que tiene “las manos limpias y la frente en alto”… Ante el par de denuncias penales de la rectora de la Universidad Veracruzana, doctora Sara Ladrón de Guevara (una en la Agencia del Ministerio Público federal y otra en la Fiscalía), sigue “tomando el pelo” a la UV no obstante las más de 50 mil personas en la marcha del jueves 10 de marzo, y sin pagar los 2 mil 70 millones de pesos a la máxima casa de estudios… Ante la solicitud de juicio político del PAN, PRD y Morena en el Congreso de la Unión, simple y llanamente, se pitorrea… Y ante la denuncia penal del CEN del PAN en la procuraduría General de la República, le vale… Tal cual ha llegado a sentirse más, mucho más fregón, intocable e impoluto, que Rodrigo Medina, Fausto Trejo, Ángel Aguirre Rivero, Elba Esther Gordillo y hasta que el mismo Joaquín “El chapo” Guzmán, a quien el peñismo capturó una vez más… De tal dimensión es la magnificencia siquiátrica de JD… Solo ante el mundo priista, ni se diga popular, que lo repudia, Sansón con su leyenda es poca cosa…

ASTILLEROS: Un priista, cierto, dice que terminará en el desván de un psicólogo, y otro que en el autoexilio, errante, y ojalá fuera como Benito Juárez cuando Maximiliano de Hasburgo se adueñó del palacio nacional… Claro, si tal fuera, el exilio y el desván serían algo así como el exilio dorado de Porfirio Díaz en París, cuando con sus millones de pesos vivía en un palacete y cada tarde salía a pasear en la ciudad deslumbrante… María Félix solía exclamar que “el dinero no es todo… ¡pero como ayuda!”… Y la frasecita de “La Doña” cae como anillo al dedo en el caso, pues con su incalculable fortuna, JD seguirá viviendo en el paraíso terrenal, con nuevos amigos, nuevas amistades familiares, nuevos objetivos, nuevos negocios quizá, tan intocable como su único maestro de la política, el famoso góber fogoso, a quien Anthar Kuri sigue mirando como un dios, el dios cuenqueño de Nopaltepec… Y si alguna vez dijo que el juicio de la historia le será favorable, ni la historia ni la población de Veracruz ni los desaparecidos ni los secuestrados ni los asesinados ni las fosas clandestinas ni el Estado Policiaco que ha instaurado le valen… Ningún político se ha trepado tanto en su mula como Javier Duarte, quien todavía hoy a 8 meses y 19 días de terminar el sexenio sigue manejando Veracruz como el capataz implacable de su hacienda porfirista, con todo y el desencanto de la familia priista…