•El cerco priista
•Héctor Yunes, blindado
•Ni el aire pasa…
Por: Luis Velázquez
PASAMANOS: El Yunes rojo, precandidato a la mini/gubernatura, está cercado. Sus tribus luchando por un espacio hegemónico. El primer círculo del poder tricolor camino, digamos, al trono imperial y faraónico.
Todos, dueños que se creen y sienten del Yunes rojo. Disputando la preponderancia. Y por añadidura, partiéndose la eme unos a otros.
Por eso, Felipe Amadeo Flores Espinoza, presidente del CDE del PRI, y sus huestes, lejos de tales pasiones que conoce como su mano ranchera.
Desde lejos, el filósofo Enrique Ampudia Mello, escudriñando a los pobres mortales.
En el fondo, la despiadada pugna por sobrevivir para llegar al palacio y ser favorecido con un cargo público y “ordeñar la vaca”, con todo, incluso, con que la vaca ya esté escurrida de tantos becerros que han mamado sus tetas.
Entre ellos, los siguientes:
Fernando Vázquez Rigada. Becado por el CONACYT en el tiempo de Fidel Herrera Beltrán, senador de la república, alardea de haber estudiado en Harvard. Llevó la campaña presidencial en Costa de Rica de un compañero en Harvard y perdió. También descarriló a Pepín Ruiz, ex de SAS, en su obsesión de la alcaldía jarocha. Anda por Veracruz cacareando con ser crítico de Javier Duarte. El Yunes rojo le difiere audiencias para atender inquietudes, y se da el lujo de programar la recepción en dos y tres semanas. Y eso, unos diez minutos de audiencia. Actúa como el ideólogo del Yunes rojo, aun cuando también mira desde la propaganda política hasta el diseño del presídium. Según versiones, anda en las nubes.
Yolanda Gutiérrez Carlín. Secretaria de Protección Civil, cuando Javier Duarte rafagueó al Yunes rojo se hundió en la silla de su oficina y nunca, jamás, “tiró su espada en prenda”. Calló. Guardó silencio, digamos, para mantenerse en el cargo. En SAS, igual que Pepín Ruiz (antes era fans de Pepe Yunes y ahora de Héctor Yunes Landa), dejó un cochinero. El SAS, caja chica del gobernador en turno. Pero además, volvió a SAS “la jaula de las locas”. Inventó, por ejemplo, un impuesto para el Pico de Orizaba, del que nunca rindió cuentas.
BALAUSTRADAS: Teddy Palacios. El maestro teórico y práctico del porrismo universitario. Horas después de que Fernando Gutiérrez Barrios tomara posesión como gobernador, le tomó la rectoría de la UV. Según, en rechazo a que Armando Méndez de la Luz y/o Salvador Valencia sería nombrado rector. Meses después, Dante Delgado Rannauro gobernador en el cuatrienio, fue becado a Europa, con Héctor Yunes, donde permanecieron dos años, parece. De porro brincó a la literatura y hasta novelista se volvió. Publicó un libro que nadie compró y que nadie leyó.
Jorge Moreno Salinas. En el alemanismo fue sacado del ostracismo y el limbo. De político-político brincó a policía. Ideólogo en materia de seguridad del capitán Alejandro Montano Guzmán, el súper secretario de Seguridad Pública, que nunca (tampoco Jorge Moreno) detectaron que el capo José Albino Quintero Meraz era vecino de Miguel Alemán Velasco en el Frac. Costa de Oro de Boca del Río. Pero quizá lo que más lo identifica es haber negado a su señora madre, quien se apellidaba Puga. Por alguna razón se quitó el apellido, cuando ha de llamarse Jorge Moreno Puga. Se puso el “Salinas”, de sus tíos.
Ricardo Ahued Bardahuil. Diputado local suele jugar con la pelota política según su conveniencia. Por ejemplo, se opuso a la iniciativa de ley de la mini/gubernatura, y al cuarto para las doce, fue llamado a palacio con David Velasco Chedraui y luego de platicar con Javier Duarte, salieron convencidos. También se opuso a la ampliación crediticia para el duartismo, y en la víspera, fue convencido. En el fidelismo y parte del duartismo, la Casa Ahued alcanzó el más alto desarrollo. Ventas masivas en días festivos.
ESCALERAS: Alrededor del Yunes rojo hay un montón de chamaquitos operando, digamos, como secretarios auxiliares del precandidato, al mejor estilo de Fidel Herrera, para así pagarles un bajo salario y/o, en todo, a cambio de enseñarlos.
Según versiones, el jefe de los niños del Yunes rojo es un chico a quien llaman por uno de sus apellidos. “Barrios” le dicen, parece, su sobrino.
En la misma circunstancia está una chica a quien de cariño llaman “Yuyis”, la dueña que se cree del candidato rojo.
Igual que un tal Hugo Meraz.
Todos ellos, si el Yunes rojo gana la mini, llamados a ser los Érick Lagos, los Jorge Carvallo, los Adolfo Mota, los Alberto Silva… de Héctor Yunes Landa.
¡Veracruz, pues, el Veracruz jodido descrito por el CONEVAL, se habrá salvado!
¡Hosanna, hosanna!