La historia de la maratonista Julia Paternain ha dado la vuelta al mundo. El rostro de sorpresa al llegar al estadio Olímpico de Tokio y no advertir el bullicio que siempre hay en las metas de los maratones. La uruguaya tardó unos segundos en comprender que si no había nadie, o al menos no toda la gente que ella imaginaba, era porque solo dos atletas más habían finalizado el exigente recorrido de 42.195 kilómetros y a ella le correspondía una histórica medalla de bronce nada menos que en el Campeonato Mundial de Atletismo.

La atleta de 25 años logró culminar el maratón con un tiempo de 2:27:23. Antes que ella solo la keniana Peres Jepchirchir y la etiope Tigst Assefa habían llegado a la meta con tiempos de 2:24:43 y 2:24:45. El bronce de Paternain supuso la primera medalla en un Campeonato Mundial de Atletismo para Uruguay.

Más allá de la hazaña de Julia Paternain, su historia también sorprendió a México. Aunque en la actualidad representa a Uruguay, país en el que nacieron sus padres, el destino hizo que la atleta naciera hace 25 años en León, Guanajuato.

Muy pequeña su familia se trasladó a Reino Unido y ahí hicieron su vida, incluso Paternain comenzó a practicar deporte bajo el sistema de Inglaterra y ahí descubrió sus cualidades para las pruebas de fondo. Su sangre, sin embargo, hizo que decidiera representar a Uruguay, país por el cual siente un gran arraigo gracias a su familia. En su formación también ha competido en los Estados Unidos, por lo que se trata de una atleta muy completa.

Su historia en el maratón es más bien breve. El de Tokio es apenas el segundo que corre en su vida. De más joven participó en pruebas de 3,000 y 5,000 metros, sin embargo, a partir del 2024 comenzó a subir la distancia para incursionar en el medio maratón y posteriormente en el maratón.

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