El penal de Tuxpan al norte de Veracruz se convirtió en un escenario de violencia letal: reos tomaron control durante horas tras negarse a pagar cobros que uniformados toleran silenciosamente. Hubo incendios, seis dormían mientras otros ocho murieron y 10 resultaron heridos. La revuelta silenciosa del penal exhibió la disputa del crimen organizado por el control de las cárceles.
El Grupo Sombra o Mafia Veracruzana y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) libran una guerra soterrada por el control de centros penitenciarios. Aunque para los medios nacionales es un hecho novedoso, en realidad es una disputa que data de varios años atrás. Desde que el CJNG desplazó a Los Zetas durante el gobierno de Cuitláhuac García, los penales del norte operan bajo un sistema de cuotas impuesto por reos al servicio de los grupos criminales.
Alias “Coco” apareció señalado de estar tras la violenta pelea en una narcomanta colgada en Tuxpan, como jefe de plaza del CJNG tras ser un empleado de bajo perfil de Los Zetas y protegido, según el Grupo Sombra, por operadores de Cuitláhuac García Jiménez.
Su rival, socio de Grupo Sombra, sería Goyo N, un ex alcalde ligado al PRD.
En Poza Rica, el subdirector de custodia del CERESO, Óscar Yahir Vázquez, afirmó en video que custodios recibieron pagos de mil pesos mensuales, pactados por operadores de los cárteles. La camioneta del funcionario señalado fue abandonada en un bulevar después de su secuestro; dos días después apareció con vida.
“A los custodios por el simple hecho de estar ahí laborando era un acuerdo entre los que manejaban en la plaza de ahí de Tuxpan, y los directivos que se le pagara a los custodios $300 pesos”, explicó el subdirector.