La planta de ensamblaje de General Motors en Silao, Guanajuato, suspendió operaciones durante las dos primeras semanas de julio y prevé una nueva pausa entre el 4 y el 11 de agosto, como parte de un ajuste operativo interno.
La empresa explicó que estas semanas de inactividad forman parte de un proceso estándar para optimizar la producción. Sin embargo, la extensión del paro es inusual en una planta clave que produce modelos de alta demanda como las camionetas Chevrolet Silverado, GMC Sierra y la SUV Chevrolet Equinox.
La suspensión ocurre en paralelo al anuncio de una inversión de 4 mil millones de dólares en Estados Unidos, que busca fortalecer la producción de vehículos terminados en plantas de Michigan, Kansas y Tennessee.
El movimiento también se da tras las advertencias del expresidente y actual candidato Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles a empresas que no trasladen su producción a territorio estadounidense.
Aunque General Motors no relacionó directamente el paro en México con las políticas comerciales de EE.UU., el contexto ha generado especulación sobre un posible ajuste en la estrategia de manufactura de la automotriz en la región.
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