Nueva York (Más).- Una nueva investigación revela que ciertos alimentos, como el arroz blanco, el café, los huevos y los mariscos, contienen niveles más altos de PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), lo que ha llevado a una mayor presencia de estos químicos tóxicos en el plasma y la leche materna de las personas que los consumen regularmente.
El estudio, que analizó muestras de 3 mil madres embarazadas, es uno de los primeros en sugerir que el café y el arroz blanco pueden estar contaminados en mayor medida que otros alimentos.
También encontró una asociación entre el consumo de carne roja y niveles elevados de PFOS, uno de los compuestos de PFAS más comunes y peligrosos.
“Los resultados definitivamente apuntan hacia la necesidad de una administración ambiental y de mantener los PFAS fuera del medio ambiente y la cadena alimentaria”, dijo Megan Romano, investigadora de Dartmouth y autora principal del estudio, según publica el diario The Guardian.
“Ahora estamos en una situación en la que están en todas partes y se quedarán incluso si hacemos una remediación agresiva”, dijo.
Los PFAS, conocidos como “químicos eternos” por su resistencia a la descomposición natural, se usan en la fabricación de productos que resisten el agua y el calor. Estos químicos se han relacionado con una serie de problemas de salud graves, incluyendo cáncer, defectos de nacimiento, enfermedades hepáticas y de la tiroides, y disminución del recuento de espermatozoides.
A pesar de que los reguladores han enfocado sus esfuerzos en reducir la contaminación del agua, se cree que los alimentos son la vía de exposición más común.
Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) ha sido criticada por no proteger adecuadamente el suministro de alimentos, modificando sus métodos de prueba para subestimar la presencia de PFAS.
Los PFAS pueden contaminar los alimentos a través de diversas rutas. En el caso del arroz, los investigadores sospechan que provienen del suelo contaminado o del agua agrícola. Los utensilios de cocina antiadherentes y el agua utilizada para cocinar también pueden ser fuentes de contaminación.
El estudio encontró niveles más altos de PFAS en huevos de gallinas de traspatio, lo que podría deberse a que estas aves se alimentan con restos de comida. Además, los lodos residuales contaminados con PFAS, usados como fertilizantes, pueden contaminar el suelo del que se alimentan los pollos, y también se ha encontrado que contaminan la carne de res.
En cuanto al café, los investigadores sugieren que los granos, el agua utilizada para prepararlo o el suelo podrían estar contaminados. Estudios previos han encontrado que los filtros de café y los vasos de papel a menudo contienen PFAS.
Los mariscos, regularmente contaminados con PFAS debido a la amplia contaminación del agua, también representan una fuente significativa de exposición.
Los defensores de la salud pública argumentan que prohibir los químicos, excepto para usos esenciales, es la única forma de abordar ampliamente este problema. Romano señaló que las dietas ricas en frutas, granos integrales y fibra dietética se asociaron con niveles más bajos de algunos PFAS, y recomendó llevar una dieta variada para evitar que una sola fuente de proteínas comprenda una proporción demasiado grande de la ingesta alimentaria.
«Eso lo ayuda no solo a reducir su exposición a los PFAS, sino a otros contaminantes que podríamos anticipar que se encuentran en los alimentos», concluyó Romano.
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