Luego de que se diera a conocer que el padre de una iglesia de Oaxaca Gerardo Silvestre Hernández, abusó sexualmente de más de 1000 niños, el sacerdote Apolonio Merino Hernández, quien ha acompañado a las víctimas a denunciar al cura, señaló en una entrevista que “La mayoría de los sacerdotes en Oaxaca tenemos familia”.
Merino Hernández consideró que su suspensión por parte de la Arquidiócesis de Antequera en Oaxaca obedece a que ha acompañado a las víctimas a denunciar los presuntos casos de pederastia por parte del párroco de San Pablo Huitzo, en la comunidad indígena de Villa Alta, señaló que quiere regresar al ejercicio de su ministerio porque considera “injusta” la sanción.
Reconoció sin embargo que hay dos motivos distintos por los que fue suspendido, pues lo acusan de ir en contra del celibato y de haber violado a una mujer.
“Me gustaría regresar, porque considero injusto el proceso que a mí se me ha aplicado. Si a mí se me condena por dos casos que señala la suspensión, también tendría que aplicar esa sanción a otros compañeros que están en situaciones similares”, dijo, y enseguida hizo la confesión de que efectivamente faltó al celibato y que tiene hijos
En Oaxaca, de 112 parroquias, somos aproximadamente 124 sacerdotes. Hay un dato que se puede corroborar: en tiempos de don Bartolomé Carrasco Briseño (arzobipso de Antequera de 1976 a 1993) se decía que el 70% del cura oaxaqueño tiene familia; es decir, ha ido contra la disciplina del celibato.