jueves, noviembre 28, 2024

Diario de un reportero

Por: Luis Velázquez

•El Cartel de Palacio

•”Estás conmigo o vs mí”

•Loar al Príncipe

DOMINGO

Elites reporteriles

Nunca como ahora en un sexenio, desde el poder político del gobierno de Veracruz han creado y recreado, digamos, elites reporteriles.

Todas, bajo el principio fundamentalista de estás conmigo mismo o estás contra mí.

Por ejemplo, los reporteros incómodos, los reporteros indeseables, los reporteros perspicaces, arrojados del paraíso terrenal que significan las ruedas de prensa.

Peor tantito, en contraparte la creación de un llamado Cartel de Palacio, para referirse así a los reporteros, digamos, cómodos, que estarían dispuestos a ofrendar su vida en nombre de Javier Duarte y/o de los secretarios del gabinete.

Y si alguna duda existiera el miércoles 20 de enero, en Xalapa, en la conferencia de prensa del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

Tal cual, y de entrada, solo los reporteros amigos aceptados en el recinto oficial. Elegidos por una mano superior. “Medios representativos” les llamó la enlace de la SSP, Leticia Silva Sosa. Los otros, excluidos, fuera.

Entonces, la corresponsal de La Jornada nacional, Eirinet Gómez, se sublevó, exigiendo igualdad para todos.

Así, fue admitida en la rueda de prensa del señor general.

Pero cuando Eirinet Gómez preguntó al general si habría de renunciar que ha sido una constante de tantas tantas tantas víctimas de la inseguridad y de la impunidad, el general abandonó el recinto y se fue, molesto, irritado, encorajinado.

LUNES

El gobierno boletinero

Es también la constante en las ruedas de prensa del gobernador el día lunes.

Las puertas y las ventanas del palacio abiertas para el llamado Cartel del Palacio, los reporteros que incluso obsequian un pink al Jefe Máximo del Priismo y se le tiran al piso y le arrojan incienso a su paso como si fueran, digamos, más que empleados.

En tanto, las puertas cerradas a los trabajadores incómodos de la información.

Es más, meses anteriores existió un tiempo cuando en algunos eventos de plano las puertas fueron cerradas para todos, sin excepción, y si acaso admitían a fotógrafos.

Peor tantito, llegaron a colocar bocinas en los pasillos de palacio para que ahí los reporteros colgaran sus grabadoras y registraron el evento en una oficina interior.

Así fue con María Georgina Domínguez. Así fue con Alberto Silva. Así es con Juan Octavio Pavón.

Tal cual, la orden es superior. Ellos, los ex voceros y el jefe de prensa en turno solo cumplen instrucciones al pie de la letra.

Cero, pues, rendición de cuentas. Cero, pues, transparencia.

Y, por tanto, el gobierno de los boletines de prensa y, por añadidura, de los tuiters y el facebook.

Y si alguien se pone canijo, entonces, le lanzo a “El chuletitas”.

MARTES

Preguntas a modo…

Luego de muchos meses de aplicar la política del avestruz, harto quizá de que siempre lo cuestionaran, fastidiado del Veracruz sórdido que él mismo ha creado, Arturo Bermúdez dio la cara.

Para entonces, el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras se había convertido en su vocero oficioso y oficial.

Pero todo tiene un límite.

En la primera quincena del mes de enero, 2016, el río desbordado como un tsunami.

Los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca.

Las narcofosas en Emiliano Zapata y en Maltrata con nueve cadáveres según unas versiones, con 22 en otras, y todos los cuerpos putrefactos con más de cuatro semanas.

Y, de ñapa, el asesinato el miércoles 20 en la mañana del hermano del diputado federal y líder estatal del Partido Encuentro Social, Gonzalo Guízar Valladares, de nombre Gertrudis.

Y ni hablar, las circunstancias obligaron al titular de la SSP a salir del escondite, ordenando de paso una rueda de prensa pero como traje a la medida, con los reporteros afines, aquellos que más bien parecen mecanógrafos que solo reproducen la orden superior.

Ni modo, decía José López Portillo, que te pago… para que me pegues.

Ni modo, advertía Miguel de la Madrid, que si te pago te vayas por la libre.

Tú, diría Bermúdez, estás para hacer preguntas a mi modo.

MIÉRCOLES

Tapar el sol con un dedo

El 20 de enero, la secretaría de Seguridad Pública bombardeó las redes sociales, luego de la rueda de prensa en que el señor general se molestó y plantó a los reporteros.

Entre otros mensajitos, los siguientes:

Todo el peso de la ley en contra de los malos elementos.

Mano dura contra quienes manchen el nombre de la policía.

3,900 policías no cumplieron con el perfil del nuevo Sistema Policial.

Habrá reevaluación de los mandos medios policiacos.

Hemos apoyado en todo en todo en todo a las familias de los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca.

Ok.

¿Y?

Y… el miércoles 20 de enero, con los cien policías que el vocero de Bermúdez, Luis Ángel Bravo Contreras, había revelado seguían la pista, ningún resultado.

Con todo y el operativo, los cinco jóvenes seguían desaparecidos.

Incluso, y como alguien por ahí decía, tampoco volverán.

Los malos policías, ajá, entregando a los jóvenes a los malandros.

Sólo que pareciera que el sistema policiaco de Veracruz está lleno de malos elementos.

El general, queriendo tapar el sol con un dedo.

Una, su realidad, mundo color de rosa. Otra, la realidad callejera.

JUEVES

Cinco minutos de una rueda de prensa

La rueda de prensa de Bermúdez el miércoles 20 de enero solo duró cinco minutos, en donde dijo lo que quiso, y sin derecho a preguntas.

Caray, rompió record, ni cuando un reportero norteamericano arrojó un zapato a George W. Bush en conferencia de prensa en la Casa Blanca la reunión fue suspendida.

Más aún: con sus cinco minutos de rueda de prensa, Bermúdez pasó a la historia rebasando por completo a Pedro Lascuráin, quien fue 45 minutos presidente de la república.

Quizá, desde luego, nadie lo dudaría, esté a tono con la mini/gubernatura que será de dos años.

Así, reduce y achica espacios.

Yo soy el Estado. Yo mando. Yo decido las reglas del juego. Yo soy el jefe y tengo el poder absoluto.

Veracruz, fracturado desde el poder.

En un lado del ring, Bermúdez, y en el otro, las ongs y los colectivos.

En un lado, Bermúdez, y en el otro, los familiares de los desaparecidos, secuestrados y asesinados.

En un lado, Bermúdez y los reporteros afines, y en el otro, los reporteros incómodos.

Así, con Javier Duarte de su lado, le vale el resto del mundo, si dios, su dios, está con él.

Con otro Bermúdez, diría Duarte como dijo Napoleón de Morelos, conquistaría el mundo.

VIERNES

Incienso para el Príncipe

En cinco años, un mes 23 días, tal ha sido la política de comunicación social del duartismo: excluir a los incómodos.

Peor tantito: desde las redes sociales, calumniar y difamar, evidenciar y enlodar.

Más aún: los apologistas del llamado sexenio próspero en contra de los irreverentes.

En el fondo, el rechazo absoluto a la crítica. Nadie puede pensar diferente, y quien se atreve es satanizado.

Incluso: en el poder público creen que el derecho divino les asiste para imponer a los amigos y enemigos.

Tantito peor cuando les entró la locura asegurando que los críticos odian a Veracruz, porque el amor solo se concibe al estilo duartista.

Es decir, loando al Príncipe.

Por eso el desdén del secretario de Seguridad Pública a los medios.

“¡Pinches medios!” les llama porque cometen el delito de lesa humanidad de formular preguntas incómodas en un Veracruz sangrando por todos lados.

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