Por: Luis Velázquez
•La utopía educativa…
•De Aurelio Nuño…
•Fuera de realidad
LOS PIES EN LA TIERRA
EMBARCADERO: Desde la secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer anuncia como disco rayado una revolución educativa, sin precedente, dice, superior, quizá, acaso, a la religión pedagógica inspirada por José Vasconcelos con álvaro Obregón, nunca, jamás, superada desde 1924.
Y lo peor, la anuncia luego de la famosa reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto, que tantos enfrentamientos ha originado con una parte magisterial, encabezada, entre otros, por la CNTE.
¡Puro fuego artificial!
Primero, porque nadie conoce aún el resultado de la reforma educativa y atrás de la candidatura presidencial cacarea una nueva utopía.
Y segundo, porque solo está pensando en posicionarse de cara a la sucesión peñista.
La realidad educativa, por el contrario, resulta avasallante.
Entre otras cositas, por lo siguiente:
1.Desde el siglo pasado, mejor dicho, desde la noche de todos los tiempos sombríos, la educación ha tenido como eje rector el desarrollo de la memoria. Los niños, por ejemplo, siguen aprendiendo igual que 450 años antes de Cristo: todo de memoria, sin que ningún profesor, quizá haya excepciones, los enseñe a reflexionar, a escudriñar, a meditar, a pensar y repensar, y que ha sido el logro en países europeos.
2.Peor tantito. Entre más prodigiosa sea la memoria del educando mayores premios en la calificación. Así, tanto se ha desarrollado la capacidad nemotécnica de los educandos como la flojera magisterial. Y lo peor, ni la SEP ni a los sindicatos magisteriales ni a los profes les interesa mirar en el mundo otras experiencias.
3.En otras latitudes del planeta, la educación se centra en la lectura. Por ejemplo, en todos lados se lee. Leen los niños a la hora del recreo. Leen los padres en la espera del autobús. Leen las mujeres y los hombres haciendo cola en el cine. Etcétera. Aquí, Enrique Peña Nieto lo ha confesado: solo ha leído tres libros en su vida. Es más, miles de profes tampoco leen. Y en tales circunstancias, ni modo esperar un milagro en los niños.
TOMADURAS DE PELO
ROMPEOLAS: 4.Desde antes de que Aurelio Nuño naciera, incluso sus padres, incluso sus abuelos, la educación universitaria se centraba en las carreras tradicionales, más que nunca, hoy, saturadas. Derecho. Contaduría. Medicina. Odontología. Ingeniería. Comunicación. Y no obstante, el modelito sigue repitiéndose. Sin ninguna voluntad superior, firme, para un cambio. Bastaría referir un dato: en Veracruz hay 242 universidades privadas y todas ofrecen, con anuencia de la SEP y la SEV, las carreras convencionales, pues son las más baratas. Otro datito canijo: hay en la tierra jarocha 22 facultades de Comunicación, cuando la posibilidad laboral se está cerrando. En todo caso, reduciendo.
5.Desde el siglo pasado, la educación va por un lado y el mercado laboral por otro. Resultado concreto y específico: las universidades convertidas en fábricas de desempleados. Y lo peor, Aurelio Nuño anunciando el nuevo mundo, que ha sido insuficiente la reforma educativa. ¿Cuál reforma, pues? ¿Cambiar para seguir igual?
6.El analfabetismo como caso dramático. Ningún caso tiene anunciar una gran revolución educativa si soslayan la tarea fundamental. Veracruz, por ejemplo, con 650 mil personas de 14 años en adelante sin saber leer ni escribir. Por más cacayacas, incluso, del nuevo titular del INEA de que llegó el momento, pobrecito mesiánico.
7.Lo peor: de nuevo Veracruz. Un millón de paisanos con educación primaria incompleta. Otro millón con secundaria a medias. 600 mil jarochos, con el bachillerato inconcluso. De cada cien alumnos egresados de primaria solo diez llegan a la universidad. Y solo uno se titula. ¿Cuál revolución educativa, entonces, de Aurelio Niño? ¡Caray, más respeto a la población y a la realidad social y educativa” ¡Mesiánicos, utópicos, atole con el dedo, tomaduras de pelo!
EN NOMBRE DE LOS PINOS
ASTILLEROS: 8.Mientras Aurelio Nuño anda de escuela en escuela abrazando niños acompañado de las cámaras televisivas, miles de pueblos en la república llenos de cantinas, bares, prostíbulos, antros y casas de cita. En tanto, las escasas y limitadas librerías, bajando el telón. Y lo peor: a ningún presidente municipal, tampoco a los gobernadores, les ocupa, preocupa ni interesa. Un dato: en la Universidad Veracruzana, el doctor Raúl Arias Lovillo lanzó la edición de libros clásicos baratos, impresos en papel revolución, para obsequiar a cada egresado. Ahora, cancelado… que por los dos mil millones de pesos que el duartismo debe a la máxima casa de estudios.
9.Insólito: mientras el titular de la SEP predica, pobrecito, una revolución educativa, en las regiones indígenas de Veracruz, los profes inician clases el día martes y cierran la escuela el jueves. Además, imparten clases de 9 a las 12 horas del día, incluida media hora de recreo. Peor tantito, los niños se duermen en el salón de clases por el hambre y la anemia, las tripas chillando. ¿Para qué, entonces, una revolución educativa más?
Ni hablar, la candidatura presidencial bien vale una patraña.
Y más por el gasto millonario de la SEP en medios para crear y recrear la imagen de Aurelio Nuño como una posibilidad sucesoria de Peña Nieto.
Los medios, pues, y la demagogia educativa, al servicio de un Mesías más.