- Javier Duarte con Aurelio Nuño
- Héctor Yunes con Beltrones
- Pepe Yunes con Videgaray
Luis Velázquez
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Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, el Golden boy del gabinete peñista, aspirante a la candidatura presidencial en competencia con su maestro, Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, y Miguel Ángel Osorio Chong, de Gobernación, será el representante de Enrique Peña Nieto en el quinto informe del gobernador de Veracruz.
Nunca, jamás, el karma se habría empalmado con tan buenos tiempos favorables.
Y más cuando, en contraparte, el senador Héctor Yunes Landa forma parte del proyecto nacional de Manlio Fabio Beltrones y Pepe Yunes de Videgaray.
Las elites priistas de Veracruz, jugando en las grandes ligas del altiplano.
Tal cual, el góber de la Complutense asesta un golpe político magistral, pues de pronto se ha sacado la baraja de la manga de la camisa.
Así, está involucrado en el juego sucesorio de Los Pinos, sin quedar en la orfandad, y más cuando los priistas vislumbraban que su destino sería retirarse a vivir en Phoenix, Arizona, y/o en España, donde según la fama pública compró residencias.
Todo indica, pues, que habrá de quedarse aquí, en el país, listo para operar la candidatura presidencial de Aurelio Nuño, el más activo hoy del gabinete legal de Peña Nieto, como por ejemplo deja constancia su inverosímil despliegue mediático, sólo comparable a Luis Echeverría Álvarez cuando fue presidente de la república, toda la vida escondido atrás del escritorio.
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Según el politólogo Carlos Ronzón Verónica, el equipo fuerte de Aurelio Nuño se ubica en los siguientes políticos, entre otros, además de Javier Duarte:
Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo, famoso, igual que Rafael Moreno Valle, de Puebla, por encarcelar a los disidentes desde activistas y líderes hasta reporteros.
Jaime “El bronco” Rodríguez, gobernador independiente de Nuevo León, quien también cacarea su posible nominación presidencial.
El gobernador de Querétaro.
La cúpula eclesiástica del país.
José Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca y ex coordinador del Pacto México.
Enrique Jackson, diputado federal.
Diego Gómez Pickering, embajador de México en el Reino Unido.
Claudia Ruiz Massieu-Salinas, secretaria de Relaciones Exteriores.
Y Carlos Salinas de Gortari.
Y el liderazgo nacional del SNTE, al que tantos favores ha construido, como por ejemplo, y entre otros, encarcelar a los dirigentes de la CNTE (lleva cuatro, y en el penal de Almoloya, donde están los barones de la droga y de donde escapara Joaquín “El chapo” Guzmán).
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Aurelio Nuño maneja su imagen en los medios con el visto bueno de Peña Nieto.
Sólo así, por ejemplo, podría explicarse que camine la nación con un presupuesto extraordinario para autorizar obra educativa.
Por ejemplo, los niños mixes cantaron el himno nacional en el Velódromo ahora cuando la competencia automovilística.
Y como es natural, la orden superior a las estaciones televisoras fue entrevistarlos.
Un niño mixe dijo que lo que más deseaba en su pueblo era una escuela.
Y al día siguiente, en el noticiero estelar de Televisa, Joaquín López Dóriga entrevistó al secretario de Educación, quien anunciara que ese mismo día había ordenado la construcción de la escuela.
“Hágase la luz y la luz se hizo” exclamó Dios.
Nuño Mayer, el Golden boy del presidente para encartarlo en la sucesión presidencial, digamos, como un emergente, y volver más competitiva la sucesión.
Más barajitas, pues.
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Pero la buena voluntad presidencial choca con la realidad dice Carlos Ronzón, cuando, por ejemplo, al titular de la SEP le falta química para hacer contacto con la gente.
El maestro recuerda el caso de Felipe Calderón Hinojosa con Ernesto Cordero, su secretario de Hacienda y Crédito Público, a quien soñó imponer como candidato presidencial.
Nunca cuajó. Jamás hizo clip con la militancia y las elites panistas.
Ahora, Nuño Mayer ha rebasado por completo a los secretarios Osorio Chong y Luis Videgaray de la portada de los medios y el mundo periodístico del altiplano está centrado en su figura.
La dirección de Comunicación Social de la SEP anda en la locura completa, emitiendo numerosos boletines por día, más, incluso, que la presidencia de la república, como si lo quisieran imponer con calzador.
Y en contraparte, por ejemplo, la figura de Manlio Fabio Beltrones, presidente del CEN del PRI, sobresale solita, natural, y se posiciona y reposiciona.
Aurelio Nuño se ha vuelto más poderoso que Osorio Chong y Videgaray, casi a la altura de José Córdoba Montoya con Carlos Salinas.
Es más, nadie dudaría que el reality-show de la casita de Manilalco, propiedad de Luis Videgaray, significó un fuego amigo, para descarrilarlo del juego sucesorio.
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Aurelio Nuño fue asesor de Enrique Jackson cuando fue senador de la república, tiempo aquel cuando Fidel Herrera Beltrán también pasara por la Cámara Alta.
Y, bueno, todo indica que la buena química se estableció entre ambos, porque ahora, Jackson es diputado federal elegido por la vía pluri, y aun cuando fracasara en Nuevo León como coordinador de la campaña electoral de la candidata priista, son simples accidentes en la tarea política.
Jackson fue asesor de Fidel Herrera Beltrán, con la fama pública de que recibía un salario mensual de un millón de pesos, y sin recibo, el mismito que ahora usufructuaría con Javier Duarte.
Así, Jackson fue el puente para acercar a Javier Duarte con Aurelio Nuño y por eso mismo, el góber jarocho anda tan obsesionado, entre otras cositas, con descarrilar a los senadores priistas camino a la candidatura del trono imperial y faraónico por dos años.