•Pillos en Morena
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Luis Velázquez
09 de noviembre de 2019
UNO. Pillos en Morena
La corrupción aflora ya, vertiginosa, fuera de control, en el tiempo de Morena en Veracruz.
Luego que diputado local, Magdaleno Rosales Torres, denunció que el secretario General de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, está comprando bienes en Baja California, su tierra adoptiva, con recursos públicos, y hasta el góber lo defendiera, se fue contra sus compañeros legisladores.
Dijo, por ejemplo, que el presidente de la Comisión de Vigilancia, la gran comisión de «la honestidad valiente», Érick Domínguez, le entra a «los moches» con los presidentes municipales para pasar por alto las irregularidades.
Y aun cuando el diputado Domínguez, también de Morena, ungido gran presidente de la Mesa Directiva del Congreso, le revirara diciendo «que es un loquito de bajo nivel», «el loquito» expuso su nombre, prestigio y tranquilidad y denunció la corrupcíón.
Lo más fácil es que el asuntito quede en un pleito verdulero de baja estofa, aun cuando, y como dice el viejito del pueblo, «si el río suena es que cochinero arrastra».
DOS. Consentidos en el Congreso
Después, una diputada local del PAN, Monserrat Ortega Ruiz, también se ocupó de la corrupción en la LXV Legislatura.
Por ejemplo, dijo que los llamados «Conscriptos de la patria» en la antigua Roma, la Roma del esplendor y el resplandor, reciben, la mayoría, dinerito extra, hasta de doscientos mil pesos, para sus pendientes, entre ellos, el pago a su personal, aun cuando, y como en el tiempo de Fidel Herrera Beltrán, el diputado local de Veracruz utilizaba el dinerito para contratar edecanes a su servicio exclusivo.
Incluso, Monserrat reveló que hay diputados consentidos, y consentidos se llamaría a aquellos que «suelen tirarse al piso» y «tirar incienso» y ponerse a las órdenes truculentas de los personajes del poder público.
TRES. Priistas y Morenistas son iguales
Según la panista, ningún reglamento regula la asignación de recursos y el presidente de la Junta de Coordinación Política, JUCOPO, el antiguo vendedor de automóviles, Juan Javier Cazarín, los reparte a su discrecionalidad, separando a los leales de los desleales, a los fieles de los infieles.
Un ex diputado local, el dirigente social del sur de Veracruz, Carlos Vasconcelos decía que los legisladores locales solo buscan la curul para, uno, «ordeñar la vaca» lo más que se pueda, y dos, servir al mejor postor, y tres, ligarse al poder sexenal en turno para escalar, y cuarto, para la vida fifí, salsera y catrinera.
Por eso, con gran dignidad, prefirió renunciar.
Hoy, con Morena en el mando legislativo, las mismas prácticas del PRI, del PAN y del PRD. Ninguna diferencia, pues.
CUATRO. Cloaca destapada
La corrupción política ya está en la cancha de la LXV Legislatura.
Y la cloaca fue destapada por un par de diputados locales, aun cuando, además, el primer diputado en poner el ejemplo fue el ex priista, ex panista y ex perredista, ahora, insólito, morenista, José Manuel Pozos Castro, ex presidente de la Mesa Directiva, y quien saltara a la barda con el nombramiento de uno de sus hijos como subsecretario de Finanzas y Planeación, y con lo que, ni hablar, quedó sometido al gobernador y a parte importante del gabinete legal y ampliado.
¡Oh políticos! ¡La corrupción en su ADN! Y aun cuando algunos, pocos quizá, se salvan, el desencanto de la población electoral ante tantas pillerías, condena a la miseria y la pobreza a 6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz.
Simple y llanamente, el cochinero, el lodazal, el estercolero, descarrilando la llamada «Honestidad valiente». ¡Ay, AMLO, te queremos, y nunca te daremos golpe de Estado, ni lo pienses, caray, papá!
