martes, julio 8, 2025

Barandal

  • Caciques, sostén del PRI
  • Ellos financian campañas
  • Canonjías de sobra

 Luis Velázquez

PASAMANOS: La semana anterior, el dueño del sindicato ferrocarrilero del país desde hace unos veinte años, Víctor Flores Morales, llegó a un restaurante en la avenida España en el puerto jarocho para desayunar con unos 25 amigos y un par de barbies.

Durante unas dos horas permanecieron en el restaurante y la cuenta fue de once mil pesos, que pagó en efectivo sin evidenciar el consumo.

Tal cual, a cada rato el dirigente acostumbra pasearse en Veracruz, siempre acompañado de una lady, como quedara habituado desde su lejana juventud cuando se creía el Elvis Presley jarocho y llegaba a las fiestas vestido con ropa ajustada y un copetón como el cantante norteamericano.

La reseña sirve para ejemplificar lo siguiente: la bonanza en que suelen manejarse los caciques sindicales y que de manera invariable son aprovechados por el PRI para financiar las campañas de los candidatos a gobernador en reciprocidad a todos los bienes alcanzados al cobijo del poder político.

Entre ellos, que se hayan perpetuado en el poder sindical.

Es el mismo caso, por ejemplo, de Carlos Romero Deschamps, el dueño del gremio petrolero desde Carlos Salinas de Gortari, y quien la semana anterior cumplió 34 años como legislador federal, sin presentar una sola iniciativa de ley.

Y, no obstante, el señor es dueño de un avión donde su hija suele pasear a sus mascotas, en tanto posee un yate para los fines de semana y en un cumpleaños regalara a su hijo un Ferrari.

Y/o como el jerarca de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, próximo a llegar a los cien años, y quien se ordenara construir una estatua de dos metros.

Con un poquito menos de años en el trono sindical, en Veracruz, el líder sindical del FESAPAUV, Enrique Levet Gorozpe, cambió el nombre al pueblo donde tiene su rancho y le endilgó un nombre revolucionario. “San Cenobio de Fidel Herrera” lo llamó.

BALAUSTRADAS: Los caciques sindicales y pueblerinos son los priistas pudientes que además de imponer candidatos financian las grandes campañas, entre ellas, las de gobernador.

A cambio, reciben beneficios y dispensas, como por ejemplo, en el fidelato y el duartismo Mario Zepahua Zepahua, de Zongolica, dueño de 110 autobuses de pasajeros, las Adelitas.

Así, y a cambio de su generosidad priista, Zepahua, quien se inventó un secuestro cuando fungió diputado federal, tiene libertad tarifaria en el transporte en Zongolica para cobrar al usuario lo que se le antoje, además de que con su familia han alternado los cargos públicos.

Pero más aún, a cambio de que el gobierno priista impida que otros empresarios se metan en su territorio con una línea de pasajeros como fue el caso cuando la empresa quiso incursionar en la época del fidelato.

Claro, ahora le ha salido un competidor en el cacicazgo, como es el bugancista Tomás López Landeros, a quien conocen como “El rey de la chatarra”, porque de eso vive.

En el mismo tenor el resto de caciques está listo para operar la próxima candidatura priista al trono imperial y faraónico de Veracruz.

Marcelo Montiel Montiel, en Coatzacoalcos, listo para lanzar a su Víctor Rodríguez como candidato a diputado local.

Guadalupe Porras, ex alcaldesa de Minatitlán y ex diputada local y ex dirigente de la CNOP, quien suele repartir cargos públicos entre sus hijos.

Los hermanos Cirilo y Ponciano Vázquez Parisi, que alternan su cacicazgo con los Heliodoro Merlín Alor en Cosoleacaque.

Las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Saut, las caciconas de Acayucan, una de las cuales, Regina, fue impuesta secretaria General del CDE del PRI: Jorge Carvallo Delfín y Vicente Benítez, alias “El chileno”, los nuevos caciques de San Andrés Tuxtla, que han rebasado a los caciques tradicionales, Nemesio Domínguez Domínguez y Jorge Uscanga Escobar.

ESCALERAS: En Lerdo de Tejada, los hijos de Héctor Rubén Llamas León, cuatro veces presidente municipal, y uno de los cuales despacha ya como alcalde.

En Xalapa, la exalcaldesa, ex diputada federal y ex presidenta del CDE del PRI, Elizabeth Morales García, quiso armar un cacicazgo, pero, bueno, en la elección por la curul fue derrotada en las urnas y por lo pronto, hasta ahí pudo llegar, presta, sin embargo, a su regreso.

En Córdoba, el cacicazgo compartido entre Marco Antonio Aguilar Yunes y Francisco Portilla Bonilla, encaramados en el poder político el primero en el fidelato y el segundo desde Rafael Hernández Ochoa cuando a los 27 años de edad fue procurador de Justicia del Estado.

Etcétera, etcétera.

El caso es que como los caciques son los dueños del poder económico y social en sus regiones, el PRI descansa en ellos para subvencionar las campañas, además de significar una garantía para los acarreados.

Plutarco Elías Calles creó el partido abuelito del PRI, el Partido Nacional Revolucionario, PNR, repartiendo el poder entre los generales y los caciques.

Ahora, los caciques son la fuente de toda inspiración partidista.

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