lunes, julio 7, 2025

Escenarios

  • 2,175 “aviadores” en la SEV
  • ¿Por qué tanta corrupción?
  • ¿Quién, quiénes los protegían?

Luis Velázquez

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La noticia en ningún momento es que el señor Javier Duarte anunciara el despido de 2,175 “aviadores” de la Secretaría de Educación y que cobraban cada mes 815 millones de pesos en su totalidad.

En todo caso, la noticia está en otros ejes claves, los siguientes:

Primero, su identidad. Quiénes son y quiénes los recomendaron.

Segundo, las razones políticas para que hayan sido incluidos.

Tercero, el tiempo del usufructo de tales pagos.

Cuarto, los motivos para que hasta apenas ahora, luego de casi cinco años del duartismo, los hayan despedido.

Cinco, el número de profesores comisionados en tareas sindicales y políticas y el destino de su asignación.

Seis, el total de “aviadores” en todas y cada una de las secretarías del gabinete legal y ampliado.

Siete, la lista de “los aviadores” uno por uno y el cobro mensual.

Ocho, la lista de “los aviadores” y sus padrinos políticos, sociales y económicos.

Nueve, la aplicación de la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos tanto a “los aviadores” para que devuelvan el dinero cobrado como a sus padrinos única y sencillamente para que la ley se ejerza con justicia y sin gracia.

Diez, la aplicación de la ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos a los funcionarios del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y a la Comisión de Vigilancia del Congreso local por permitir la existencia de “aviadores” en el gobierno de Veracruz.

Once, detallar “los aviadores” que todavía han de quedar por ahí, entre ellos, el denunciado por el senador Héctor Yunes Landa de uno que cobraba medio millón de pesos y que puede estar entre Enrique Jackson Ramírez, José Murat Casab y/o el abogado Antonio “Tony” Macías.

2

Incluso, el mismo gobernador y cada secretario del gabinete legal con “aviadores” tienen responsabilidad penal.

Y más en un gobierno donde la cantaleta ha sido que las arcas están tronadas porque así las dejó Fidel Herrera, aun cuando al mismo tiempo han transcurrido casi cinco años del duartismo, y por tanto, la culpabilidad se agrava y comparte.

Y es que resulta inverosímil que durante cinco años la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, haya estado pagando a los 2,173 “aviadores” despedidos según asegura el señor Javier Duarte, mientras la elite priista hablaba de transparencia y rendición de cuentas.

Bastaría referir que cuando Gerardo Buganza Salmerón regresó a la secretaría General de Gobierno luego de su fallida incursión en Infraestructura y Obra Pública trascendió a los suyos que encontró 400 “aviadores” que Érick Lagos Hernández diera de alta.

Lo dice un funcionario: en la SEFIPLAN nunca ha existido un hoyanco, sino un abismo.

3

Por eso mismo, entre otras cositas, la agenda pública de los senadores Pepe Yunes y Héctor Yunes Landa ha sido la lucha sin cuartel en contra de la corrupción política.

Por eso, Pepe Yunes resumió el despapaye de la siguiente manera:

“En la SEFIPLAN hay desorden administrativo, caos financiero y corrupción política”.

¿Por qué, entonces, Duarte se demoró cinco años para despedir, según él, a los 2,173 “aviadores” de la nómina oficial, es decir, más de dos mil personas (quizá más) que cobraban sin trabajar?

El lodazal y el cochinero, pues.

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Quizá, y ante las circunstancias, ha sonado la hora para que el señor Duarte reproduzca en Veracruz el modelo de Jaime “El bronco” Rodríguez Calderón, el gobernador independiente de Nuevo León.

En nombre de la austeridad, su primera medida fue cerrar la llamada Casa Nuevo León, la casa de gobierno, dado su gasto millonario.

La segunda medida fue suspender los convenios millonarios con la prensa escrita, hablada y digital, que significaban mil millones de pesos.

Pero además, y para andar sin rodeos, fue categórico, advirtiendo que ningún contrato con los medios, y menos, mucho menos, con las televisoras, incluida Televisa, la más poderosa.

Mucho, demasiado, excesivo dinero oficial del duartismo ha corrido por arriba y debajo de las cañerías para los medios, además de cargos públicos.

Y si ya anunciaron el despido de 2,173 “aviadores” que ha sido a destiempo, y el anuncio del Retiro Voluntario y la jubilación anticipada con el cien por ciento de pensión, es la hora de cerrar la llave por completo a los medios.

Según las versiones, al momento la SEFIPLAN debe a los magnates periodísticos más de dos mil millones de pesos y no obstante, el duartismo tiene la peor imagen pública de los gobernadores del siglo XX y XXI.

Entonces, ningún caso tiene el gasto millonario y que por añadidura sea la libertad de expresión la que florezca en un ejercicio democrático.

Si existe austeridad para unas cosas, todos hijos de Dios y/o todos hijos del diablo, pues la regla plural es todos parejo.

Y por supuesto, cerrar la llave y vigilar con lupa el enriquecimiento inexplicable de los funcionarios del gabinete legal y ampliado, pues la fama pública está recargada de muchos fidelistas prósperos, entre ellos, Gabriel Deantes Ramos, secretario de Trabajo, y Jorge Carvallo Delfín y Érick Lagos diputados federales, los más ostentosos.

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