- Sacudón al campo
- Organizarse para producir
- También para la política
Luis Velázquez
EMBARCADERO: A unos días como presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, Juan Carlos Molina Palacio le está dando un sacudón al campo.
Por ejemplo:
Ya tiene el subsidio al 50 por ciento para la compra de semilla mejorada de maíz para sembrar 40 mil hectáreas, sólo en la Cuenca del Papaloapan.
Pero, además, ahí mismo, en el poblado “El jícaro”, de Tierra Blanca, construyen una planta secadora de granos, con capacidad para 40 toneladas por hora, que ha sido el gravísimo problema de los maiceros.
Y más porque los fuertes productores de Puebla y el norte del país compran el maíz a los agricultores de Veracruz, se lo llevan a sus estados para el secado y luego lo regresan a precio de oro al territorio jarocho.
Así, el maíz, por ahora del Papaloapan, habrá de secarse aquí y aquí mismo venderse a los criadores de ganado que solo con ellos absorben la producción.
En Álamo, antier, el secretario de Organización de la CNC de Veracruz, Roque Spinoso, el hijo de Roque Spinoso Foglia, el líder de la Unión Nacional de Cañeros, CNC, que fuera asesinado de 120 balazos en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes, entregó bombas de riego a campesinos de cinco poblados del norte de Veracruz, desde Álamo y Castillo de Teayo hasta Chicontepec.
En Catemaco, hoy viernes, entregará semilla mejorada de maíz para dar un nuevo sesgo a la producción tradicional con maicito amarillo y de segunda.
Y en Tezonapa entregará apoyos a los cafeticultores en una cobertura especial que significa 140 pesos por quintal.
Se trata, pues, de una gran sacudida a un campo que con sus cultivos convencionales (caña de azúcar, café y cítricos) ha sido rebasado como sostén de la economía jarocha por las remesas de los paisanos migrantes en la frontera norte en los campos agrícolas del Valle de San Quintín y anexos, pero más aún en Estados Unidos.
ROMPEOLAS: Al mismo tiempo el dirigente campesino cabildea ante la más alta autoridad de Petróleos Mexicanos, Pemex, un operativo singular para beneficiar a ejidos del norte de Veracruz.
Por ejemplo, ante la obra de infraestructura de PEMEX resulta que los poblados por donde construyen han de otorgar su anuencia por escrito avalando la palabra oficial de que en ningún momento dañarán la ecología y el medio ambiente.
La CNC amarra más todavía que a cambio Pemex sea recíproco con los ejidatarios y campesinos, y por tanto, tiene listo un convenio para que la paraestatal entregue apoyos en especie como es el material para el asfaltado de sus comunidades, que solo entregan a los presidentes municipales y que, bueno, cada uno de ellos los reparte según su política y conveniencia.
Pero, además, anda cabildeando en el altiplano con las dependencias federales y los empresarios relacionados con el campo, grandes productores del país, para mirar a Veracruz, una tierra pródiga en sus recursos naturales.
El lema que lo está rigiendo es ir al campo a escuchar y acordar con los compas, pues como él mismo dice, nada se gana con estar encerrado en la oficina de la CNC, donde por lo regular, como sucede en muchas oficinas públicas, lo único productivo es el chisme barato.
En su operativo está jugando al uno y el dos y viceversa con el secretario de Desarrollo Agropecuario, Ramón Ferrari Pardiño, para empujar juntos la carreta.
Pronto, así, antes del 6 de enero cuando el presidente Enrique Peña Nieto presida aquí la promulgación de la ley agraria de Venustiano Carranza en 1915, la Liga de Comunidades Agrarias habrá resucitado a la vida pública, social y económica, pero también, a la política.
ASTILLEROS: Y a la política de la siguiente manera:
El dirigente campesino ha dicho que en ningún momento lo tientan los cargos públicos de elección popular, digamos, una diputación local, la inmediata que vendrá el año entrante.
Ni uninominal ni plurinominal.
En todo caso, el objetivo es abrir la puerta a los campesinos y productores y también a sus hijos para que ellos desde la trinchera oficial se realicen, pero más aún, desatoren los viejos y ancestrales pendientes sociales del campo.
Tal cual, estaría jugando, primero, a reposicionar a la CNC para que los suyos tengan la oportunidad de llegar a la 64ª. Legislatura.
Pero, al mismo tiempo, alistarse para la gran contienda municipal que vendrá en el año 2017, y si en Veracruz la mitad, o más, de los municipios son rurales e indígenas, entonces, pelear por la justicia divina.
Por eso mismo, en la cartera oficial ha incluido a políticos y dirigentes reconocidos, como son, entre otros, al hijo de Roque Spinoso Foglia, del mismo nombre, como secretario de Organización, y a Marcela Aguilera, que fuera la segunda de Margarito Montes Parra, el indio yaqui líder de la UGOCP, asesinado en el norte del país con trece familiares y amigos.
Molina Palacios está sacudiendo las entrañas de la CNC y nada fácil será que el PRI se fortalezca desde el campo cuando vean que el activismo se traduce en una mejor organización social para producir y comercializar; pero también, para recuperar los espacios perdidos.