- Barajas marcadas en el PRI
- Precandidatos bajo sospecha
- Suman hartazgo ciudadano
Luis Velázquez
EMBARCADERO: A partir del hartazgo político y el desánimo social en la población electoral y el contribuyente y el ciudadano de Veracruz, si el PRI lanza candidatos a la LXIV Legislatura con biografía pública bajo sospecha escribirá su propia sepultura.
Por ejemplo:
Resulta inverosímil que el cacique huasteco, Ricardo García Guzmán, contralor del duartista, que ya lo fue en el alemanismo, exalcalde y ex presidente municipal, sueña con lanzar a sus hijos Ricardo (alcalde de Pánuco) y Rodrigo García Escalante (director de Inversión pública de la SEFIPLAN) para la curul local.
Más si en la elección del candidato a diputado federal se quedó en la antesala y hasta ordenó explotar una bomba molotov frente a la casa de la maestra Sofía de León Maza.
Pero, bueno, si la elite tricolor siente que con todo pudiera imponerse, ene millón de veces resignarse a la derrota inminente.
Es el caso por ejemplo del distrito de Martínez de la Torre, donde el CDE del PRI pondera lanzar a la licenciada Karla Estrada Gómez, secretaria del Ayuntamiento.
Por ejemplo, la síndica es aquella que meses anteriores cacheteó a un agente de tránsito en la vía pública por detener a su hijo que en estado de ebriedad cometió una infracción.
Pero más porque amenazó con la tercera guerra mundial al pobrecito servidor público de la vialidad y hasta con mentadas de madre que todavía retumban en el pueblo y significaron un exceso y abuso del poder.
Ella también se volvió popular a partir de un desaguisado en un hotel de Martínez de la Torre, cuyos hilos llevaban al comandante policiaco y en donde se armó un reality show que llegara a las familias.
Y es que con tales antecedentes bastaría recordar las campañas de Ana Guadalupe Ingram Vallines y Carolina Gudiño Corro, derrotadas en las urnas como candidatas a diputadas federales por los distritos de Veracruz y Boca del Río debido al hartazgo poblacional a partir del auge de las barbies en la política local.
ROMPEOLAS: De igual manera mucho habrán de sopesar la candidatura de la síndica del Ayuntamiento de Xalapa, Michelle Servín González, a la diputación local por el distrito de Xalapa urbano, pues está ligada al descrédito de Elizabeth Morales García.
Ex presidenta municipal de Xalapa, ex diputada federal y ex presidenta del CDE del PRI, Elmo, como también la conocen, ni una casilla ganó en los comicios para la curul federal, debido al rechazo popular a su paso por el Ayuntamiento, aunque por demás está precisar su fama pública como coleccionista de residencias y negocios, entre ellos, hasta un antro de nombre Sodoma, con filiales en Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos, que ahora ella misma ha rechazado sea de su propiedad.
Y si Elmo fue descarrilada en la elección por la curul federal, peor tantito le irá a la síndica del alcalde Américo Zúñiga, pues toda su vida pública gira alrededor de Morales García y, por añadidura, como dicen, los padres heredan a los hijos tanto lo bueno como lo malo.
Desde luego, a estas alturas cuando todavía falta elegir al candidato priista a gobernador, del que muchos candidatos a diputados locales dependerán, la síndica enfrenta una abierta competencia, pues todo indica que el secretario de Seguridad Pública, el general Arturo Bermúdez Zárate ha sido picado por la víbora de la política.
Y tal cual anda en precampaña, reuniéndose con los vecinos y jefes de manzana, cacareando un programa llamado “Seguridad en tu colonia”, dándose un baño de pueblo, promoviéndose con bendición superior para la curul local.
ASTILLEROS: Si partimos de las ligas con el poder de Ana Guadalupe Ingram, Carolina Gudiño, Karla Estrada, Michelle Servín y Ricardo y Rodrigo García Escalante, entonces, la posible candidatura de la secretaria General del CDE del PRI, Corintia Cruz Oregón, a la diputación federal por Xalapa urbano también suena estrepitosa con vientos en contra.
Por una sencilla razón: su único padrino es el gobernador, pues el presidente del CDE del PRI, Alfredo Ferrari Saavedra, simple y llanamente es un empleado más del señor Javier Duarte, y por tanto, tiene el juego político que le dan.
Más fuerza política, en todo caso, tendría Corintia.
Pero, al mismo tiempo, y dadas las circunstancias dominantes en la realidad real, el plus de Duarte bien pudiera transmitirse a Corintia y el desenlace sería apocalíptico, digamos, en el mismo destino de Elizabeth Morales, la mismita, igual que Carolina Gudiño, que como candidatas a la curul federal soñaban con la gubernatura.
Se dirá que el cumpleaños de Corintia fue su gran destape con dos mil, según unos, y tres mil comensales, según otros, pero como dice el viejo ranchero, ‘’a la gorra’’ todo mundo le entra, por más que la secretaria del CDE del PRI haya aterrizado al centro social del brazo del senador Héctor Yunes Landa, quizá, acaso, como una orden superior, operando como un chaperón, y/o en un doble juego, utilizándose cada uno.