sábado, septiembre 28, 2024

Expediente 2015

Es Pepe

Luis Velázquez

Hay en Veracruz una cargada silenciosa, discreta, pan pianito, alrededor del senador Pepe Yunes, como si ya fuera el candidato priista a gobernador.

Incluso, hasta la cargada mediática se ha mirado y sentido, de igual manera cuando un médico palma la piel para detectar la enfermedad del estómago, el colón, los divertículos, por ejemplo.

Es más, la cargada se huele y a lo lejos y cerca se escucha la estampida de los búfalos.

De pronto, cada vez más presidentes municipales han salido del clóset y se han expresado a su alrededor.

Unos, para extender la mano con el cabildeo del senador en el altiplano para bajar recursos federales, pero al mismo tiempo, para expresar la simpatía tanto tiempo refrenada para la sucesión.

El número de diputados locales y federales a su alrededor se está manifestando sin ataduras políticas ni sociales.

Su agenda pública está cargada de citas ante los ciudadanos que lo invitan a sus pueblos.

La mayor parte de funcionarios del gabinete legal y ampliado del gobierno de Veracruz le han enviado mensajes a través del celular para ofrendar la amistad invariable.

Cada vez mayor número de prensa escrita, hablada y digital se expresa sin ataduras dando espacio a sus periplos y declaraciones.

Unas veces, en portada a 8 columnas, y/o por ahí, en primera plana, destacada con fotografía.

Otras, como la noticia principal de interiores.

Más todavía: hasta en los noticieros televisivos su nombre figura cada vez más en giras de norte a sur y de este a oeste.

Y, bueno, en la televisión comercial su nombre y acciones sólo pasan con una orden superior.

Esta semana, mínimo, sería la de Pepe Yunes, como semanas anteriores, observa el politólogo Carlos Ronzón Verónica, también se afirmaba que el senador Héctor Yunes estaba palomeado en Los Pinos.

¿Será que el PRI ya tiene candidato a la gubernatura?

PEPE, CANDIDATO, Y HÉCTOR, COORDINADOR DE CAMPAÑA

Hay priistas con experiencia, generales de 5 estrellas, partícipes en varias sucesiones, que han pulido su olfato y sienten cuando hay candidato a la silla embrujada del palacio principal de gobierno.

Ellos sienten y huelen que la decisión del altiplano está tomada y sería, por hoy, a favor del senador Yunes Zorrilla, de igual manera como un asmático huele el mal tiempo y como una madre sabe que un hijo ha cometido un pecado venial.

Es más, hay quienes aseguran que dada la amistad entrañable, a prueba de bomba, entre Pepe y Héctor Yunes, si Pepe es el candidato de hecho y derecho, significaría un hitazo nombrar a Héctor el coordinador de su campaña.

Y viceversa, si a la hora estelar Héctor fuera elegido, entonces, el jonrón con la casa llena sería nombrar a Pepe el coordinador de su campaña.

Y más, porque de tal manera uno y otro prepararían la sucesión hacia el 2018 para desde ahora encaminar los vientos.

CUIDADO Y SE DIVIDEN

La elite priista tiene una realidad avasallante: si Pepe y Héctor los punteros se dividen, y por añadidura, sus tribus, y uno de los dos sale candidato (como todo el priismo está seguro) la derrota será inminente en las urnas, pues la oposición, con todo y fragmentada y sin plus, podría quedarse con la cereza del pastel.

Por eso, la madurez y el pacto de honor entre ambos ha de trascender la decisión del altiplano, que será tomada en común acuerdo con el gobernador Javier Duarte, ejerciendo su legítimo derecho de voto.

LA CARGADA YA NO AGUANTA MÁS

Según los conocedores, Héctor Yunes está consciente de que Pepe va por delante en la encuesta y de que la tiene amarrada.

Pero de cualquier manera seguirá empujando la carreta hasta el último momento para cotizarse mejor a la hora de las decisiones, por ejemplo, cuando la campaña sea definida y de paso sean nombrados los candidatos a diputados locales, en donde el señor Javier Duarte será mano, pero también los senadores tendrían derecho a formular sugerencias para los suyos.

Y cuando se efectúe la jornada electoral para ganar en las urnas.

Y más, cuando sea la hora de nombrar al gabinete legal y ampliado.

De ser así, Héctor continuaría en su chamba de senador hasta el año 2018, cuando la autoridad electoral lanzará la nueva convocatoria para la gubernatura de seis años, y tendrá más aceitada la maquinaria.

Pero antes, bien podrá negociar algunas posiciones en el gabinete para su equipo con Pepe Yunes… en caso de suceder en el trono imperial y faraónico al señor Duarte.

Por lo pronto, la cargada silenciosa de los políticos y la mediática están a flor de piel como si Los Pinos hubieran pronunciado las últimas palabras.

Es más, pronto será el destape, quizá antes de noviembre, pues la cargada silencia y el tropel de los búfalos ya no aguanta más tiempo cocinándose…

Es Pepe, señores.

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