Multitas de Tránsito
Luis Velázquez
En la percepción ciudadana siempre quedó la imagen de que el gobierno de Veracruz suspendió el cobro de la tenencia para retener a los causantes en vez de que se fueran a Puebla o Morelos.
Pero, al mismo tiempo, caray, endureció las multas con el nuevo reglamento de tránsito que tanta polémica armara, a tal grado que el jefe máximo aseguró que sin duda la protesta en contra era organizada por los malosos.
Pero más allá, digamos, que tal fuera como ha ocurrido en otras entidades federativas, la realidad es que el aumento en las multas trascendió ene número de veces el salario mínimo.
Y como asegura el politólogo Carlos Ronzón Verónica, ninguna duda hay de que en automático la corrupción de los agentes de tránsito y conductores se disparará a terrenos inverosímiles, como por ejemplo, si un autobús urbano circula sin placas, cuya multa es de 27 mil 300 pesos, entonces, ene número de veces librarla por el momento con un embute jugoso.
Y si, por ejemplo, un conductor da vuelta en U en lugar prohibido, en vez de pagar dos mil 48 pesos de multita, mejor dar mil pesitos al agente de tránsito para que lo dejen ir.
Incluso, el gobierno de Veracruz creó, parece, nuevas multas. Una de ellas, conducir de manera temeraria, lo que de entrada está sujeto a una interpretación subjetiva en el agente de tránsito.
Y, bueno, en vez de pagar una multa de 4 mil 779 pesos, un embute de la mitad ayudaría por completo a que el agente de tránsito llegue a casa con un buen itacate.
Claro, con multas tan elevadas (4 mil 779 por brincarse la luz roja; otros 4 mil 779 por conducir con exceso de velocidad; 4 mil 438 pesos por manejar ebrio, etcétera), en la ciudadanía se ha creado la sensación de que el duartismo ha apostado a reponer, digamos, las arcas de la SEFIPLAN del dispendio y el derroche que, como dice el secretario General de Gobierno, la dejó el góber fogoso y gozoso.
Por eso ha de reconocerse al colega de Notiver, Manuel Hernández, por su excelente trabajo reporteril sobre las 92 multas más significativas contempladas en el reglamento de tránsito y traducidas en pesos según los salarios mínimos establecidos.
LA LETRA NUNCA ENTRA CON SANGRE
Según la Secretaría de Seguridad Pública, titular del ramo, las multas fueron elevadas para educar al conductor y de paso al peatón.
Bueno, los pedagogos que se dedican a estudiar las mejores técnicas de enseñanza han concluido que nunca, jamás, como se estilaba en el siglo pasado, “la letra con sangre entra”.
Y, por tanto, será difícil que con las multas tan elevadas y que manifiestan la desesperación por captar dinero fresco para las arcas de la SEFIPLAN todos los días, se pudiera garantizar la vida disminuyendo el número de accidentes.
Por el contrario, bastaría referir, por ejemplo, la angustia de las horas-pico, sobre todo en las mañanas y al mediodía, cuando los padres de familias llevan y recogen a sus hijos en las escuelas.
Entre otras razones porque se levantan tarde y salen corriendo para llegar a tiempo a la escuela, antes de que el niño quede sin clases.
Es el mismo caso a la hora de salida.
Así, antes de educar a los conductores a respetar la vialidad a partir de multas elevadas, el DIF habría, digamos, de reeducar a los padres y a los niños para levantarse temprano.
MILLONARIA MULTA A CICLISTAS
La urgencia duartista de tener dinerito en las alforjas llega a lo siguiente: una multa de mil 775 pesos al ciclista que transporta un pasajero entre el manubrio y el conductor.
Pues bien, basados en el principio universal de que “peor es andar a pie”, un número incalculable de padres de familia, por ejemplo, llevan a sus hijos a la escuela en la bicicleta y, en efecto, lo trepan entre “el manubrio y el conductor”, y ni hablar, a partir de la fecha, cuando el llamado sexenio próspero va de salida, tal cual será la impresión que está dejando en la población pobre y jodida, que según el CONEVAL muchos de ellos, casi un millón y medio, sólo aplican una o dos comidas al día, y mal comidas.
EL VERACRUZ DE ARTURO BERMÚDEZ
¡Ay, Dios, con una multa a los choferes de los autobuses urbanos de pasajeros!
Diez mil 242 pesos si cobran una tarifa no autorizada.
Caray, la autoridad está poniendo ahí, digamos con optimismo, el índice en la llaga purulenta, pan de todos los días, queja universal de los estudiantes.
Y más porque como el sueldo de los choferes es a comisión según el número de boletos vendidos en el turno, entonces, la mayoría padece una tirria contra los alumnos por el descuento que significa mostrar la credencial.
Y, por tanto, los abusos son de todos los días y a toda hora.
Por eso resulta quisquilloso que, acaso, la autoridad esté dando atole con el dedo a los usuarios con eso de una multa de más diez mil pesos a los choferes por excederse en el cobro.
En suma, leyendo y releyendo las tarifas del horror y el terror resumidas por el reportero Manuel Hernández queda en la antesala de un paro cardiaco, de tal forma que más vale andar en camioncito urbano que manejando un automóvil.
El mínimo error será pretexto para una multa.
Es el Veracruz de Arturo Bermúdez Zurita.