- El pitorreo de la sucesión
- Destaparon a cuatro mujeres
- Lanzarán a Pedro el anacoreta
Luis Velázquez
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La sucesión de gobernador en Veracruz ha entrado al terreno del pitorreo.
Por tanto, se abre la propuesta para que a cual más lance como en Guatemala a su cómico de cabecera, y/o como en Guadalajara al payaso de las fiestas de sus niños, y/o como en Nayarit a su Layín para que en un bailecito popular levante la falda a su dama y el mundo le aplauda.
Por ejemplo, el ex diputado federal, el perredista Uriel Flores Aguayo, exhibió a un cuarteto de mujeres, a saber:
Érika Ayala, lideresa de la CNOP. Sara Ladrón de Guevara, rectora de la Universidad Veracruzana. Zita Pazzi, ex legisladora federal y exdirectora del DIF. Y Leticia López Landeros, su ex compañera de bancada en el Congreso de la Unión.
El lector ignora si Flores Aguayo promovió a su cuarteto en serio y/o en broma, como todo indica, pues ninguna de las cuatro tiene posibilidad… por ahora, ni siquiera, vaya, como candidatas ciudadanas, y/o como se nombra el cómico de Guatemala, candidata anti-sistema.
En todo caso, el perredista sólo ha entrado al reality show en que se ha convertido la sucesión del señor Javier Duarte, luego de que Gerardo Buganza Salmerón se declarara candidato independiente, que nadie le creyó, pues todos saben que es candidato pero del gobernador.
Y luego de que el folclórico histrión, Renato Tronco Gómez, también se cabildea como candidato independiente, pero de Fidel Herrera Beltrán.
Y luego de que, de pronto, Tomás Ruiz González, ansioso de incienso, se proyectó con 250 anuncios espectaculares en las ciudades y a orilla de carreteras, y después, de pronto, dio marcha atrás porque descubrió que no era su tiempo.
Más aún:
Flores Aguayo ventiló a su cuarteto, a partir de la vacilada del diputado local, David Velasco Chedraui y José Ramón Gutiérrez tiraran su espada en prenda por Adolfo Mota como su favorito para la sucesión.
Y de que el dipu Juan Cruz Elvira lanzó a Érick Lagos y que el dipu Édgar Díaz, líder aún de la Liga de Comunidades Agrarias, quedararon en la recta final con Alberto Silva Ramos.
En contraparte, solito, sin ningún diputado que lo pelara, el capitán Alejandro Montano Guzmán pidió que lo encartaran porque él también la quiere y todavía hasta pidió examen antidoping para todos, porque lo primero es tener salud a prueba de bomba.
En fin, si Miguel Alemán Velasco se la jugó con once precandidatos a la gubernatura y Luis Echeverría Álvarez con siete para la presidencia de la república, y si París bien vale una misa, entonces, unámonos todos al ejercicio democrático y adoptemos un candidato.
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Y es que, bueno, una cosita es la amistad política y otra que como “El borras”, Flores Aguayo se manifieste con su cuarteto sólo para el ridículo.
Érika Ayala, por ejemplo, apenas está cuajando en la política. De lideresa sindical del COBAEV al partido oficial. Y de ahí a la CNOP. Lista, incluso, para que el milagro de que Héctor Yunes Landa sea ungido candidato priista a gobernador y ella salte a la senaduría. Ya senadora, quizá, acaso, pudiera anotarse para el 2018. Pero ahorita es prematuro. Suena a chunga. También, a un corazón impulsivo, sin freno, de su destapador.
El único cargo de Leticia López Landeros es la diputación federal por el distrito de Córdoba, que acaba de terminar. Y si alguna posibilidad tuviera en el PAN, el espacio ya está ocupado por Miguel Ángel Yunes Linares, como puntero, seguido por Juan Bueno Torio. Pero, además, en el partido azul también levantaron la mano Víctor Serralde Martínez y Domingo Bahena Corbalá.
Zita Pazzi fue directora del DIF con Fidel Herrera y acaba de entregar la curul federal a la profe Sofía de León Maza. Y paren de contar en su biografía política. Tal cual, todavía le falta demasiado camino, mucha trayectoria.
La doctora Sara Ladrón de Guevara es rectora de la UV, donde luego de cuatro años podrá reelegirse otros cuatro años más. Toda su vida ha sido académica. Nunca ha ocupado un cargo político, señal de que su onda, su vocación, su vida, gira alrededor del espacio académico. Además, mujer contemplativa como es, la víbora de la política política nunca le picaría.
Por tanto, las buenas intenciones de Flores Aguayo se estrechan con la realidad.
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Algún pretexto ha de tener el ex diputado federal con tales elementos distractores.
Quizá seguir en la pasarela mediática.
Acaso hacer el juego a otros intereses políticos.
Quizá el romanticismo de la amistad ideal.
Acaso un viaje esotérico que pudo haber tenido.
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El caso es que la sucesión está entrando en el pitorreo, como de algún modo en pitorreo ha terminado la llamada mini/gubernatura de dos años.
Tal cual bien podría aventurarse la candidatura independiente de Pedro, el anacoreta de las cuevas de Alto Lucero, que pudiera levantar expectativas como un místico, teniendo a Paquita la del barrio de coordinadora general de la campaña.
También pudiera lanzarse a uno de los “Negros” Cruz que hay en la política priista. Rafael “El negro” Cruz de Fidel Herrera y Rafael “El negro” Cruz del bembón Ramón Ferrari Pardiño.
Es más, con tantos méritos ganados en el campo de la batalla tuitera “El chuletas”, conocido por los reporteros críticos, disidentes y por Miguel Ángel Yunes Linares, lograría más votos, digamos, que Renato Tronco.
Es más, si “Los tigres del norte” la apoyaran en su gira electoral para un concierto semanal en cada región de Veracruz, Dominga Xóchitl Tress, la viuda más famosa de la tierra jarocha, arrasaría en los mítines ofreciendo el paraíso perdido.
En fin, de aquí a la publicación de la convocatoria y el registro, muchos nombres más pudieran agregarse, conscientes y seguros todos, como reza la doctrina de Jesús de Nazareth: “Muchos son los llamados y sólo uno el elegido”.
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Por lo pronto, la diputada federal de MORENA, coordinadora de los 35 colegas en el Congreso de la Unión, Rocío Nahle, se ha descartado como precandidata y destapado al ingeniero Cuitláhuac García como el bueno.
Además, y para que nadie caiga en el onanismo político, el gurú Andrés Manuel López Obrador anunció que MORENA buscará la gubernatura sin alianzas con algún partido político.
Solitos, dijo.