Poza Rica, Ver.
De enero a la fecha, Petróleos Mexicanos (Pemex) reporta el registro de 660 actos vandálicos a sus instalaciones, tan sólo en la zona norte del estado de Veracruz, en los que se incluyen tanto afectaciones a tuberías y equipos, como agresiones físicas a trabajadores de la empresa y de compañías al servicio de la misma.
La empresa productiva del Estado se ha convertido en blanco fácil de la delincuencia, dadas las condiciones en que se encuentran sus instalaciones, la mayoría de las veces lejos de zonas urbanas, en áreas con poca o nula vigilancia.
En un documento fechado el 3 de septiembre, Pemex da cuenta del último de los ataques contra sus instalaciones, ocurrido en un oleoducto de 12 pulgadas que va de la Batería de Separación Poza Rica V a la Central de Almacenamiento y Bombeo Poza Rica, el cual recibió golpes con algún tipo de herramienta, lo que originó un derrame de hidrocarburo que fue contenido en el derecho de vía.
En días anteriores, se registró otro derrame de hidrocarburo en una línea de descarga del pozo San Andrés 10, el cual fue cortado con ayuda de una segueta. Reporta además el robo de equipo y material con el que operan los pozos y demás instalaciones.
En 2014, un grupo de trabajadores petroleros se manifestaron frente a las oficinas de la subdirección Región Norte de Pemex Exploración y Producción, en demanda de mejores condiciones de seguridad en los pozos ubicados en esta zona.
Un año antes, el secretario general de la Sección 30, Sergio Lorenzo Quiroz Cruz, daba cuenta de la muerte de un trabajador petrolero de una de las compañías al servicio de Pemex, a consecuencia de haber recibido disparos durante un asalto en el pozo donde se encontraba laborando.