México, D.F.
Javier Treviño, subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas de la SEP, aseguró que la emisión de bonos para mejoramiento de infraestructura educativa no significa que se generará deuda pública.
«No se trata de deuda esta emisión de bonos de infraestructura educativa, es un mecanismo en el cual se crearía un fideicomiso», aseguró.
Explicó que en el Presupuesto de Egresos de la Federación hay un Fondo de Aportaciones Múltiples.
El 46 por ciento de esos recursos, por ley, son para otorgar desayunos escolares y apoyos alimentarios, y el 54 por ciento restante para construcción, equipamiento y rehabilitación de infraestructura educativa en todos los niveles.
Treviño explicó que el programa de renovación de infraestructura educativa anunciado por el Presidente constituye la monetización del Fondo de Aportaciones Múltiples.
Aseguró que los bonos educativos «no constituyen deuda pública, no genera presiones de gasto en los siguientes años» y permitirán canalizar más recursos en el corto plazo para equipar y mejorar las escuelas que lo necesiten.
Por lo que la SEP y los gobiernos estatales definirán juntos qué planteles educativos requieren atención, y tras la firma de un convenio las entidades federativas podrán ejercer de inmediato los recursos.
En su Tercer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, anunció que se emprendería el programa de renovación de infraestructura educativa más grande de los últimos años con la emisión de bonos de infraestructura educativa en la Bolsa Mexicana de Valores.
Por su parte, Aurelio Nuño, titular de la SEP, dijo ayer en entrevista que los recursos de estos bonos educativos servirán para arreglar entre 35 mil y 50 mil escuelas de educación básica, de las 200 mil que hay en el país.