domingo, septiembre 22, 2024

Escenarios

  • López Obrador en el ring
  • Y también Solalinde
  • Flavino Ríos les revira

Luis Velázquez

1

En un lado del ring jarocho, Andrés Manuel López Obrador echando chispa:

“En el año 2016, Morena (su partido) buscará la gubernatura de Veracruz. En solitario. Sin alianzas”.

En el otro rincón, José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue Hermanos en el camino”, rafagueando al gobernador de Veracruz:

“Veracruz es un estado criminal contra los periodistas y Javier Duarte es el principal criminal”.

Y en centro, el secretario General de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, revirando:

“Le agradecería mucho a Solalinde nos dijera nombres y lugares dónde están esas personas que dice él desaparecieron”.

Tal cual, por vez primera, un funcionario del gabinete legal, el jefe del gabinete político, el segundo del jefe máximo, tira su espada en prenda.

Pero, además, acota el mismo día.

Y, por añadidura, en la misma cancha jarocha.

En tanto, Gerardo Buganza Salmerón, quien siempre prendió las veladoras en su favor, sin defender nunca, jamás, a Duarte, su jefe, se publicita con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, para así, el mundillo político de Veracruz pudiera tener, digamos, la percepción de que en verdad es un candidato independiente.

Y más porque tal parece su estrategia política: tomarse la foto con los disidentes políticos de este país, pues ya antes aplicó con Jaime Rodríguez, “El bronco” que como candidato ciudadano derrotó al PRI y PAN y ganó la gubernatura de Nuevo León.

Pero, bueno, si entre Buganza y “El bronco” hay una distancia kilométrica, entre Buganza y Cárdenas son años luz.

2

El boxeador mediático, como dice la ideóloga priista, Corintia Cruz Oregón, de ayer jueves fue en Veracruz Solalinde.

Y Flavino Ríos se trepó al ring y contestó.

Solalinde:

“Mientras existan gobernadores como Javier Duarte es imposible que se haga justicia” con los reporteros y migrantes desaparecidos y asesinados.

Flavino:

“Es muy fácil hablar en términos generales. (Solalinde) debía hablar de hechos concretos. Eso es lo complicado”.

Solalinde:

“Javier Duarte es el lobo mayor. Y la provincia eclesiástica de Veracruz está viendo los lobos desde la barrera. No hay garantías y la situación va a empeorar. De nada sirve la ley de protección a periodistas”.

Flavino:

“El gobierno de Veracruz garantiza la libertad de expresión no sólo a periodistas sino a todos los ciudadanos. Tan es así que a Veracruz puede venir el padre y expresar lo que él quiera sin que nadie le llame la atención” (La jornada Veracruz, Roxana Aguirre, 28 de agosto, 2015).

Solalinde:

“En Veracruz hay inseguridad, desapariciones, sicariato, fosas clandestinas, impunidad, silencio de la jerarquía eclesiástico y el nulo funcionamiento de protección a periodistas”.

Flavino:

“En Veracruz se respeta y garantiza, en especial a los que cada día nos mantienen informados de lo que acontece”.

El reality-show fue, por tanto, singular.

Los fans de López Obrador le creerán.

Los fans de Solalinde le creerán.

Los fans de Flavino también le creerán.

3

En el Fidelato, Solalinde rafagueó al góber fogoso y gozoso y en respuesta envió a un trío de diputadas locales priistas para enlodar al sacerdote de la Teología de la Liberación.

En los primeros tres años turbulentos del duartismo, una vez Javier Duarte recibió en palacio a Solalinde, pero solo fue para tomarse la foto dijo el cura meses después, pues nunca, jamás, hubo resultados.

Ahora, una vez más el apóstol de los migrantes retoma el asunto pendiente de los migrantes secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas, y el tercer secretario General de Gobierno, católico, apostólico y romano como es, y luego de los adventistas rezando en la Sala de Banderas del palacio, solo le pide nombres y lugares de los desaparecidos.

4

El mismo día, en Xalapa, unos chicos integrantes de un organismo llamado “Juventudes de la Izquierda” colocaron sus zapatos en la escalinata de la Catedral denunciando violaciones a derechos humanos y la desaparición forzada de un número incalculable.

Ellos piden una Comisión de la Verde que, y por desgracia, en el terreno de los hechos sirve para nada.

Y si su discurso coincidió con Solalinde en el puerto jarocho, entonces, y en la lógica del titular de la SEGOB jarocha, también nombres y lugares.

5

No obstante, queda claro un hecho: si Solalinde insiste en la agenda pública con las desapariciones en Veracruz, entonces nada más saludable, digamos, que Flavino Ríos tendiera un vaso comunicante con él para dar seguimiento al tema.

La realidad es que cada quien expresa su verdad y habría de revisar lo que grabado queda en el imaginario colectivo.

Habrá, se repite, quienes crean a Solalinde y otros a Ríos Alvarado, y hacia el final del día, la duda, el desconcierto, la zozobra, la incertidumbre.

Veracruz, mientras tanto, caminando en el país y en el mundo con la imagen de un Estado en manos de la delincuencia y los carteles.

Publicidad




Otras noticias