Superada la época en la que la innovación en la televisión venía de la imagen en 3D (fracasada, por cierto) o el tamaño (el pasado año se mostró uno de 110 pulgadas), los fabricantes más importantes han exhibido su intención de aumentar la resolución de las pantallas para estandarizar definitivamente la Ultra Alta Definición.
Tras varios años de unas ventas por debajo de lo esperado, los principales fabricantes de televisores esperan convencer ahora a los consumidores con la promesa de una mayor inmersión y más interactividad desde pantallas con imágenes cada vez más realistas. La idea central de la alta definición (UHD o 4K, la calidad aproximadamente 4 veces más alta que la actual Full HD, es decir, 3.840 x 2.160 píxeles ) se confirma en los nuevos dispositivos anunciados en la feria internacional de electrónica CES, que se celebra en Las Vegas. Esta calidad volverá a entrar en formatos planos pero también en curvos, que desde hace una temporada van surgiendo diferentes modelos con la promesa de ampliar los campos de visión y ofrecer una mayor inmersión.
Pero lo que se ha demostrado durante el CES 2015 ha sido la lucha por hacerse con el control del sofá mediante la incorporación de diferentes sistemas operativos que sirven para hacer «inteligente» a la desterrada definición de «caja tonta». WebOS (LG), Android (Philips, Sony, Sharp) y Tizen (Samsung), Firefox OS (Panasonic) serán tres de los principales actores en la forma de acceder a los contenidos. Cada uno con sus similitudes y sus diferencias.
Las recomendaciones de contenidos, los controles y su conectividad con los diferentes dispositivos móviles se irán ampliando. Los fabricantes también han ampliado las posibilidades de interactuar con las pantallas. Así, por ejemplo, podrán reconocer al usuario con sensores para que el propio dispositivo le recomiende contenidos más personalizados. Hasta la realidad virtual, una tecnología que ha regresado por todo lo alto, también busca su espacio gracias a plataformas como la presentada por Samsung, Milk VR, desde donde el usuario encontrará contenidos adaptados a gafas de realidad virtual del tipo Gear VR o Oculus Rift.
En medio de un contexto cambiante que busca nuevas metas, la compañía surcoreana LG mostró su línea de televisores de resolución 4K, entre los que se incluyen las pantallas planas pero también las curvas, que permiten una visión «panorámica», pero incluso una ligera flexibilidad en modelos de hasta 77 pulgadas, unas auténticas bestias de dos metros de altura poco prácticas en los apartamentos medios.
La japonesa Sony presentó, a su vez, varios modelos nuevos, entre los que destacó un modelo más fino que un teléfono móvil. Con un espesor de solo 4.9 milímetros, las imágenes del televisor Bravia X90C «flotarán» de la pared. Samsung, por su parte, ha innovado en materiales con la experimentación sobre lo que han bautizado como SUHD, una solución a base de nanocristales con los que se puede mejorar la calidad de imagen y que promete ofrecer una expresión de hast 64 veces más que las televisiones tradicionales. Para refinar la calidad de imagen, Sharp ha querido ir más allá al hablar de no tanto píxeles, sino los «subpixeles» introducidos un nuevo dispositivo que promete una resolución superior en 167% a los modelos 4K existentes.
Eso sí, todos, sin distinción, han procurado mejorar los brillos y contrastes para ofrecer detalles e iluminación más naturales mientras siguen defendiendo, en algunos casos, los paneles orgánicos OLED, aunque explorando la posibilidad de reducir los precios de venta, uno de los mayores inconvenientes a la hora de hacerse con una de ellas por el consumidor medio.
Con todo, la generación de televisores que verá la luz a lo largo del presente año intentará reducir distancias con la calidad ofrecida por la gran pantalla gracias a la tecnología de puntos cuánticos -una película de cristales emisores de luz microscópicos- con la que se han sumado numerosos fabricantes como Samsung, LG y Sony. De esta forma, se podrá, además de mejorar la calidad de imagen, abaratar su precio.
En cualquier caso, el mercado de las televisiones está dispuesto a recuperarse con nuevos movimientos en aras de sustituir las pantallas planas tradicionales por otras más grandes y de mayor resolución, según previsiones de la Asociación Americana de Electrónica de Consumo (CEPA), que anticipa a un incremento del 2% de las ventas mundiales, hasta llegar a 251 millones de unidades, a lo largo del presente año. De este total, 23.3 millones de dólares podrían ser televisores 4K, un mercado que pasó de un millón de unidades en 2013 a 9.3 millones el año pasado. Uno de los aspectos que podría hacer despegar esta tecnología será el acceso a los contenidos. Por esta razón, se ha creado la Alianza UHD, que incluye a proveedores de contenidos, creadores y marcas de electrónica.