• Un infierno llamado Veracruz
• Peor infierno en Coahuila
• Menosprecio de duartistas
  

Luis Velázquez

PASAMANOS: Del Valle de San Quintín, en Baja California, a los campos agrícolas de Coahuila, hay una constante que evidencia y descarrila la política económica (Érik Porres Blesa), agropecuaria (Ramón Ferrari Pardiño) y laboral (Gabriel Deantes Ramos) de Veracruz… Y más, mucho más luego de que el CONEVAL documentó que después del estado de México el territorio jarocho ocupa el segundo lugar nacional en pobreza y pobreza extrema, de tal manera que seis de cada diez habitantes sufren la gota verde para vivir con dignidad, además de casi millón y medio de paisanos sólo hacen una o dos comidas al día… y mal comidas… Y es que hacia el fin de semana en Coahuila fue descubierto otro campo porfirista con más de 200 jornaleros agrícolas, entre ellos menores de edad, originarios la mayoría de Veracruz y de Hidalgo… Todos ellos viviendo en una galera tipo porfirista, incluso, durmiendo en el suelo, ni siquiera, vaya, en catres… Pero, además, iniciando tareas desde las 4 de la mañana hasta que la luna alumbraba el surco… Con salarios de hambre, igualitos a los que Ricardo Flores Magón cuestionaba en su periódico Regeneración en 1910… Además, sin las prestaciones sociales, económicas y médicas establecidas en la Ley Federal del Trabajo… Bastaría referir que de los 80 mil jornaleros en el Valle de San Quintín, el 11.6 por ciento son originarios de Veracruz… Pues bien, todos ellos huyeron del Veracruz del señor Javier Duarte ante la falta de oportunidades laborales dignas que les permitieran un ingreso seguro, fijo y bien pagado para llevar el itacate a casa, pues bien lo establece el CONEVAL, en Veracruz hay pobres y miserables, jodidos, debido a los salarios tan bajos que nunca, jamás, han ocupado ni preocupado al secretario de Trabajo y Previsión Social, Gabriel Deantes Ramos, el hombre que vendía teléfonos celulares en Tampico y aquí, en menos de un sexenio, se ha enriquecido a la sombra del poder político…

BALAUSTRADAS: Todos ellos son campesinos, jornaleros, indígenas y obreros que mudaron en migrantes… Y se fueron de Veracruz soñando con la utopía de un empleo digno y decoroso… Y por el contrario, se toparon con una de las peores esclavitudes del México negro, sórdido y turbulento, cuando, caray, mejor iba a los campesinos en las haciendas porfiristas, a excepción del caso de Pancho Villa, quien agarró a tiros a su patrón cuando intentó violar a su hermana… Partieron del llamado sexenio próspero, porque ni Érik Porres Blesa ha alentado la creación de empleos, y de empleos bien pagados, en la zona rural, ni tampoco Ramón Ferrari Pardiño ha sabido abrir las puertas para ofertar trabajos en las regiones indígenas y campesinas locales… Y por tanto, el descubrimiento de tales campos porfiristas en el norte del país con campesinos originarios de Veracruz manifiesta el gran fracaso de la política social en el duartismo… A quienes, además, habría de agregar a los compatriotas migrantes en Estados Unidos que han convertido a la patria chica en una entidad exportadora de mano de obra barata al país vecino… ¡Vaya destino social con Porres, Deantes y Ferrari para la población jodida, menesterosa y pobre!… Peor, si se considera que en algunos casos, los padres de familia marcharon al Valle de San Quintín y Coahuila con sus hijos, pues también significan una mano de obra para entre todos juntar mejores ingresos… Ahora, y de igual manera como en el fidelato la gran estafa con los llamados Juarochos, los paisanos repatriados de Ciudad Juárez a Veracruz con la promesa de empleos, los labriegos levantados en Coahuila y regresados aquí, entre nosotros, engrosarán las filas de la pobreza y la miseria…

ESCALERAS: Tales son los hechos y lo peor del asunto es la indolencia y la apatía y el menosprecio y el desprecio y la indiferencia y el valemadrismo con que los secretarios de Desarrollo Económico, Desarrollo Agropecuario y de Trabajo miran la realidad… Simple y llanamente, les vale… Les valió la angustia social de los jornaleros agrícolas del Valle de San Quintín, que ninguna palabra expresaron… Y les vale también ahora con los campesinos de Coahuila… Incluso, el grado de desempleo, pobreza y miseria llega a lo siguiente: los polleros que se llevaron a los paisanos a Coahuila llegaron a los pueblos de Veracruz, pegaron volantes en las bardas, paredes y árboles de tales poblados invitando a trabajar en el norte de la república y así uno a otro se fueron anotando para la aventura laboral, soñando con la utopía que les ofertaban… Y huyendo del infierno llamado Veracruz se toparon con otro infierno peor llamado Coahuila… Desde tal perspectiva, desencanta y decepciona por completo la política económica y agropecuaria del duartismo… Y más porque el grueso poblacional está integrado por un millón de indígenas y dos millones de campesinos, que en los últimos cuatro años con ocho meses y 24 días han sido invisibles para la elite priista en el poder sexenal… Pero además, todos ellos inconmovibles ante los hechos y las circunstancias que ni interesan a Porres ni a Ferrari, ni menos, mucho menos a Deantes… Ya lo dijo Marcelo Montiel Montiel cuando era secretario de Desarrollo Social: los pobres de Veracruz son pobres porque quieren… Y, claro, él mismo se puso de ejemplo, pues luego del par de alcaldías en Coatzacoalcos, la diputación local y la delegación federal de SEDESOL su fortuna está calculada en dos mil millones de pesos… y por ahí andan Porres Blesa, Ferrari y Deantes… Allá los jodidos que Dios los cuide, pues si en la tierra están sufriendo en el reino de los cielos serán felices…