sábado, septiembre 21, 2024

Expediente 2015

Operadores de Érick Lagos

Luis Velázquez

Érick Lagos, diputado federal electo, nombrado coordinador de la bancada priista en el Congreso de la Unión, tiene un par de padrinos políticos, mejor dicho, asesores, en quienes confía para seguir empujando la carreta camino a la candidatura priista a gobernador.

El primero es Jorge Uscanga Escobar, el único veracruzano, decía Enrique Peña Nieto cuando gobernaba el estado de México: “Con quien hablo sobre Veracruz”.

Pero, además, el político más cercano a Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación Pública, exgobernador del EDOMEX y designado enlace peñista con los gobernadores del sur/sureste del país, entre ellos, Javier Duarte.

Expresidente municipal de Xalapa, expresidente del CDE del PRI, exdiputado local y federal, exprocurador de Justicia, exsubsecretario de Gobierno, Jorge Uscanga tiene otro vaso comunicante en el altiplano.

Se llama Manlio Fabio Beltrones, presidente del CEN del PRI, unidos desde el tiempo aquel de don Fernando Gutiérrez Barrios, secretario de Gobernación de Carlos Salinas, exsenador de la república, exgobernador, exdirector de Caminos y Puentes y temible director de la Federal de Seguridad.

Tal cual, Jorge Uscanga juega en varios carriles.

Uno, Chuayffet. Dos, Beltrones. Y tres, Peña Nieto.

Así, amigo de Érick Lagos, seguirá actuando desde la SEP (donde ocupa un cargo público) como su asesor y tlatoani, esperando que las manzanas podridas sigan cayendo en un Veracruz donde cada vez aparecen más precandidatos a la gubernatura al mismo tiempo que candidatos independientes, promovidos todos, se afirma, desde el palacio principal de Xalapa.

Jorge Uscanga ha sido todo en la administración pública local, menos gobernador.

Ahora, mira a Érick Lagos como el hijo mayor que soñó haber tenido para realizarse a través de él… camino al trono imperial y faraónico, si es que, y por ejemplo, al isleño le fallaran sus otros mecenas, como son Javier Duarte y Fidel Herrera, que por ahora lo ungieron diputado federal con 72 mil sufragios que nadie cree fueron por la vía democrática, sino al contrario, comprados al mejor postor.

LA TRINCA INFERNAL

El otro asesor es Manuel Ramos Gurrión, ex de todo, menos de gobernador.

Expresidente del CDE del PRI, exdiputado local y senador de la república, exdirector del Instituto de Pensiones, jamás ocupó una secretaría en el gabinete legal de un jefe del Poder Ejecutivo.

Alguna vez, cuando fue senador, estuvo en la antesala de la sucesión. Agustín Acosta Lagunes gobernaba. Pero Fernando Gutiérrez Barrios se le atravesó y ni modo, quedó en el limbo.

Ahora, en el reposo de la vida, asesoró a Érick Lagos en el CDE del PRI y en la secretaría General de Gobierno y alista maletas para fungir como su asesor principal en el Congreso de la Unión en un territorio que conoce al derecho y al revés.

Además, con relaciones políticas cultivadas desde entonces, pues en muchos frentes del altiplano siguen los mismos rostros y las mismas caras en el mando.

Más aún si se considera lo siguiente: tanto Jorge Uscanga como Ramos Gurrión pertenecen al mismo equipo. Es decir, al de ellos, donde son el uno y el dos.

Además, se concita una circunstancia psicológica: Uscanga, Ramos y Érick Lagos son casi de la misma estatura.

Descalzos, miden igual.

Más aún: son cuasi paisanos. Sureños.

Los tres, expresidentes del CDE del PRI. Los tres, exdiputados locales. Cada uno gravitando con exgobernadores diferentes, dado, claro, la edad de cada quien.

Ramos Gurrión, como el patriarca del trío. Jorge Uscanga, en medio de la alianza generacional. Érick Lagos, el parvulito que escapó al diablo.

Manuel Ramos y Jorge Uscanga, doctorados en mañas políticas, zorrunos. Lagos, un aprendiz, no obstante, con vasos comunicantes con el góber fogoso y gozoso, que sueña con el Maximato jarocho, y con Javier Duarte, el góber en turno.

UN MUNDO DE TIBURONES

Está claro que los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa son punteros en la encuesta histórica camino a la candidatura priista a gobernador.

Está claro que los cabilderos de Pepe son, entre otros: Luis Videgaray Caso, José Antonio Meade, Fernando Aportela, José Antonio González Fernández, Emilio Gamboa Patrón y Carlos Romero Deschamps.

Y de Héctor: Manlio Fabio Beltrones, César Camacho Quiroz y Alfredo del Mazo González, el tío del presidente Peña Nieto.

Falta, claro, definir, el karma de Emilio Chuayffet Chemor.

Está claro que si Érick Lagos fuera nominado candidato al trono imperial y faraónico, el panista Miguel Ángel Yunes Linares como abanderado azul lo haría añicos en las urnas, además de la rebelión de los senadores priistas.

No obstante, el Maximato fidelista está demasiado acelerado y creen que la gota perforará a la roca que ni el Sísifo de Albert Camus pudo y eso que era una especie de leyenda griega.

Pero, bueno, tal trinca infernal seguirá tirando a la luna, conscientes, quizá, de que nunca llegarán; sin embargo, de todos acaso serán los que más lejos pudieran, como por ejemplo, continuar soñando para el 2018.

Por ahora bastará con que Jorge Uscanga y Ramos Gurrión lleven de la mano a su pupilo en el proceloso mar de la política legislativa, pues toda su vida Érick Lagos ha operado como un político aldeano y moverse en el altiplano y moverse con éxito son palabras mayores.

Y más cuando de los diputados priistas el único que ha navegado en tales mares es Adolfo Mota Hernández, quien tiene un padrino de lujo en el Senado de la república: Emilio Gamboa Patrón.

Y más cuando en el otro lado del carril operará el panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien también ya fue diputado federal; pero además, mantiene una amistad fuera de serie con Emilio Gamboa Patrón, Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, entre otros.

Por eso, Uscanga Escobar y Ramos Gurrión serán los grandes operadores de Érick Lagos.

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