- Con Pepe Mancha en PAN y Rogelio Franco en PRD, una utopía la integración de fuerzas políticas para la candidatura a gobernador y diputados locales
- Una lucecita en el túnel con Ricardo Anaya y Fernando Belaunzarán en dirigencia nacional
Luis Velázquez
De hecho, la alianza electoral que el PAN con Enrique Cambranis cabildeada con el experredista Juan Vergel para la elección de diputados locales y gobernador el año entrante ya tronó.
Y tronó porque con Pepe Mancha en el CDE del partido azul y Rogelio Franco Castán y Sergio Rodríguez manejando el PRD la lucecita en el túnel se ha apagado.
El trío fue descarrilado desde adentro del poder duartista.
Pero de derecho la posibilidad está latente. Y vendría, quizá, acaso, desde el altiplano, ahora cuando Ricardo Anaya tome posesión como nuevo dirigente del PAN y al PRD llegue, digamos, el diputado federal Fernando Belaunzarán Méndez, el mismito que en el Congreso de la Unión interpuso la solicitud de juicio político al gobernador Javier Duarte por el multihomicidio en el DF, donde fueron asesinados la activista Nadia Vera y el fotógrafo Rubén Espinosa, corresponsal de Proceso y la agencia Cuartoscuro.
La lucecita se apagó en Veracruz el miércoles 19 de agosto, cuando Pepe Mancha, líder del CDE del PAN, y el biólogo Alfredo Tress, dirigente del AVE, la Ave fidelista, anunciaron en rueda de prensa que cabildeaban una alianza electoral para el año entrante.
Y cuando correspondió el turno a Tress, sin inmutarse y sin pudor, dijo que invitaba al PRI a sumarse al pacto partidista.
Pero más aún, cuando luego de la conferencia de prensa se fue caminando a palacio de gobierno para informar al gobernador de tal acuerdo y hasta se tomó la foto publicada en los medios abrazado con Javier Duarte.
Tal cual, dice Juan Vergel, significa el anuncio de que la alianza ya piró.
Y piró porque además, el pasado condena a Pepe Mancha, cuyos negocios con los Pisos Firmes en el sexenio de Felipe Calderón, en sociedad con el panista y todavía diputado federal, Víctor Serralde, le permitieron enriquecerse.
Y como desde entonces la ambición económica le fue despertada, en ningún momento puede señalarse que Pepe Mancha fue estafado por Alfredo Tress para prestarse a la jugada, sino por el contrario, uno y otro apuesta a un plus electoral ante el gobierno de Veracruz para ponerse más caros y negociar.
Es el caso también de Rogelio Franco Castán, el dirigente del PRD, dueño de un rancho, un hotel y un par de restaurantes en Xalapa, uno de ellos se lo inauguró la expresidenta municipal de Xalapa y expresidenta del CDE del PRI, Elizabeth Morales García.
Más aún, porque Franco Castán y Sergio Rodríguez, quien se volvió de color rojo fidelista al PRD, operan juntos el partido de izquierda con sentido patrimonialista.
Incluso, Franco Castán había reiterado que estaría en la rueda de prensa al lado de Pepe Mancha y Alfredo Tress, pero de última hora, impulsado por una corazonada, se agazapó y en ningún momento contestó el teléfono celular.
Ni hablar, ahora, y en caso de que tampoco la posible alianza electoral en Veracruz sea armada desde el altiplano, la lucecita quedaría prendida para el año 2017, en que una vez más serán renovadas la gubernatura y las 212 presidencias municipales.
Y LA ALIANZA PIRÓ…
En el año 2013, el panista Enrique Cambranis y el perredista Juan Vergel empujaron la carreta para la alianza electoral entre ambos partidos para las alcaldías.
Es más, avanzaron tanto que en la coalición PAN-PRD integraron la lista de candidatos comunes en todos y cada uno de los municipios de Veracruz.
Así, cada demarcación fue radiografiada, de tal manera que ahí donde el PAN y/o el PRD tenían fortalezas, en una negociación limpia y transparente, los dos partidos se hacían uno, de tal manera que los dos ganaran y ninguna perdiera.
Pero cuando la alianza estaba lista para lanzarse, el PRD de Rogelio Franco Castán, exdiscípulo y ahijado político de Arturo Hérviz, se prestó al juego sucio, como es su hábito y costumbre, e interpuso una demanda utilizando a su chofer, su ayudante y su escolta como representantes del sol amarillo, hasta descalabrarla en el tribunal.
Desde luego se trató de un operativo desde el palacio de gobierno tendido por Érick Lagos Hernández, presidente del CDE del PRI, actuando con el principio universal de que todo lo que en política se compra con dinero sale barato.
Y la alianza piró.
ROCÍO NAHLE, LA FIGURA DE MORENA PARA EL 2016
La otra posibilidad de una alianza electoral pudiera cuajar en la izquierda es por el lado de Morena, que ya tiene como precandidata a gobernadora a la ingeniera Rocío Nahle, diputada federal electa por el distrito de Coatzacoalcos y coordinadora de los 35 legisladores federales.
Primero, porque se trata de una militante de la izquierda fresca en el mundo político local.
Segundo, porque es mujer, toda vez que el 55 por ciento de la población de Veracruz es femenina.
Tercero, porque sería lanzada por Morena, que con Andrés Manuel López Obrador significa el líder social más carismático en el país, además de su honestidad a prueba de bomba.
Cuarto, porque si el tabasqueño apostara a la pluralidad, las puertas del Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, el PT de Alberto Anaya, y el Partido Cardenista estarían abiertas para la alianza con Morena.
Y quinto, porque toda vez que Veracruz se ha convertido en la segunda fuerza electoral de la república de cara a la elección presidencial del año 2018, a López Obrador le convendría jugar para posicionarse más.
Incluso, si perdiera, perdiendo ganaría, porque levantaría las expectativas de Morena en el ánimo electoral.
Y más si para entonces, con Nahle de candidata a gobernadora, López Obrador la acompañara cada fin de semana en su periplo en el territorio jarocho.