domingo, noviembre 24, 2024

Crisis del INE

México, D.F.

Ante la crisis de incredulidad, desconfianza y desprestigio que actualmente vive el Instituto Nacional Electoral (INE), a 18 meses de su creación, luego de la reforma constitucional en materia político electoral, dada a conocer el 10 de febrero de 2014, presidido por Lorenzo Córdoba Vianello, el mejor escenario es desaparecer, así lo afirmó Lorenzo Meyer, historiador y académico.

En entrevista, el también analista político señaló que el costo financiero del instituto, que este año ejerce un presupuesto que asciende a 18 mil 572 millones 411 mil 236 pesos -de los que 13 mil 216 millones 888 mil 408 fueron destinados a gastos de operación- aumenta en la misma proporción que crece la incredulidad entre la ciudadanía, por el desempeño del llamado “árbitro electoral”.

El académico recalcó que cuesta muchísimo y es una vergüenza, ya que debería ir disminuyendo su costo, en tanto que cada vez fuera más creíble y menos necesaria la inversión de esa cantidad de recurso; y que hay una correlación entre lo que cuesta y la incredulidad ciudadana.

Son embargo el historiador indica que la crisis en el INE no es de hoy, ni producto del todavía en curso proceso electoral, sino que ha ido en crecimiento, ya que cuando estaba vigente el Instituto Federal Electoral (IFE), ya tenía la semilla de la desconfianza sembrada por su propia conformación, cuando comenzaron los señalamientos, cada vez más insistentes, de que los consejeros eran representantes de los partidos políticos que les habían asignado tales puestos, y no de los derechos de la ciudadanía, de la que -en teoría- tendrían que velar.

“La curva viene en ascenso. Hoy está más alta porque ha ido creciendo, pero a la mejor puede ser peor. Ya no me extrañaría nada, el IFE-INE ya perdió su calidad de una estructura creíble”, manifestó el profesor emérito del Colegio de México (Colmex).

Con la posibilidad de que a la entrada en funciones de la LXIII Legislatura en la Cámara de Diputados, el próximo primero de septiembre, día en que rendirán protesta los nuevos legisladores federales, se promueva una nueva reforma político electoral, Lorenzo Meyer señaló que “la ley electoral se modifica cada sexenio. El traje se hace a la medida del gobierno en turno o de la conformación de las fuerzas políticas; no se hace en función de principios que van a hacer de largo plazo: se ve en función de coyunturas políticas inmediatas”.

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