LUNES 21 DE MAYO DE 2018
ROLANDO QUEVEDO LARA
EL PUEBLO SOY YO
Calientito. Primera edición, marzo 2018. Primera reimpresión, abril 2018.
El penúltimo libro de Enrique Krauze. El Pueblo soy Yo.
Es escritor, historiador, biógrafo y editor. Su obra comprende más de 20 títulos de Historia, biografías y retratos, ensayos políticos y literarios, crítica del poder e intelectual.
Dice en la contraportada:
“Un manifiesto a favor de la libertad y la palabra. La democracia es frágil, mortal. Hace más de 2 mil años fue pervertida por los demagogos de Atenas. Y, hace un año en Estados Unidos, fue vulnerada por el carisma incendiario de Donald Trump. Su debilidad también es harto conocida en Latinoamérica: las dictaduras de izquierda y de derecha fueron una constante, y, hoy, el populismo atenaza la región. En esta lúcida colección de ensayos -a caballo entre la política, la filosofía, la literatura y la historia-, advierte de los peligros de la acumulación del poder en una sola persona y sale en defensa de la democracia, el debate, la pluralidad y la tolerancia. En defensa de la libertad.
«Este libro es un pequeño viaje histórico, un testimonio personal, una acumulación de lo visto, oído, leído, conversado y aprendido sobre el poder personal absoluto. Y es también una argumentación crítica contra quienes, en nuestro tiempo, sienten encarnar cuatro palabras que, juntas, deberían ser impronunciables: el pueblo soy yo.»: Enrique Krauze.
En 289 páginas, habla de la Anatomía del Poder en América Latina; de Populismo y Dictadura; del Fascista Americano y de la Demagogia, Tumba de la Democracia.
Allá por la página 175, describe a El Mesías Tropical, en la 203, pone en relieve: México, en la antesala del populismo.
EL MESIAS TROPICAL
Dice así:
“DESAYUNO CON ‘EL PEJE’: Conocí a Andrés Manuel López Obrador, el famoso y controvertido jefe de gobierno del Distrito Federal, una mañana (casi una madrugada) de agosto de 2003. Tempranero como un gallo, rijoso símbolo con el que le gusta compararse, elusivo como el peje lagarto, típico pez de las aguas de Tabasco, del que proviene su sobrenombre, López Obrador convocaba diariamente a los medios a una conferencia a las seis de la mañana para informarles sobre la marcha de su gestión, pero también para sortear ingeniosamente las preguntas comprometedoras y lanzar certeros picotazos sobre el presidente Vicente Fox.
Imposible transcribir todo el capítulo, consta de 9 mil palabras, le recomiendo lo busque en Geoogle, allí todo sobre Manuel López, fiel a la realidad, todo lo que sucedió, pasa y acontecerá si es que el mesías tropical triunfa en las urnas el 1 de julio.
CRITICA AL POPULISMO
Dicen los especialistas y críticos: En El pueblo soy yo, Enrique Krauze realiza una lúcida critica a la distorsión populista de la democracia y a la entrega del poder absoluto a una sola persona, característica de los populismos que cunden en América Latina, Europa y ahora en Estados Unidos.
LA DEMAGOGIA, TUMBA DE LA DEMOCRACIA
Al final del libro, Krauze señala:
“Un proyecto mesiánico aborrece los límites y necesita tiempo: no cabe en el breve período de un sexenio. Si bien ya no existen los antiguos valladares del sistema que autolimitaban un poco los excesos del poder absoluto, ahora contamos con otros, nuevos pero más sólidos: la división de poderes, la independencia del poder judicial, la libertad de opinión en la prensa y los medios, el Banco de México, el IFE. El federalismo es una realidad tangible: los gobernadores y los estados tienen un margen notable de autonomía y fuerza propia frente al centro. Adicionalmente, dos protagonistas históricos, la Iglesia y el Ejército, representarán un límite a las pretensiones de poder absoluto, o a un intento de desestabilización revolucionaria: la Iglesia se ha pronunciado ya por el respeto irrestricto al voto, y el Ejército es institucional.
“Costó casi un siglo transitar pacíficamente a la democracia. El mexicano lo sabe y lo valora. De optar por la movilización interminable, potencialmente revolucionaria, López Obrador jugará con un fuego que acabará por devorarlo. Y de llegar al poder, el ‘hombre maná’, que se ha propuesto purificar, de una vez por todas, la existencia de México, descubrirá tarde o temprano que los países no se purifican: en todo caso se mejoran. Descubrirá que el mundo existe fuera de Tabasco y que México es parte del mundo. Descubrirá que, para gobernar democráticamente a México, no sólo tendrá que pasar del trópico al Altiplano sino del Altiplano a la aldea global. En uno u otro caso, la desilusión de las expectativas mesiánicas sobrevendrá inevitablemente. En cambio la democracia y la fe sobrevivirán, cada una en su esfera propia. Pero en el trance, México habrá perdido años irrecuperables”.
DEL PRINCIPIO AL FIN