En el transcurso de Junio y Julio, Estados Unidos importó un aproximado de 70 mil barriles diarios de petróleo ruso, sumando alrededor de 4.6 millones de barriles, principalmente por la reducción de la diferencia de precios entre dos tipos de crudo, el Brent del Mar del Norte y el WTI de Texas. En el entendido de que EU es el principal comprador de petróleo azteca y su mayor abastecedor de productos energéticos petrolíferos, México, cuyo crudo ayer registró una importante caída de 9.5 por ciento (4.35 dólares), será uno de los países que más sentirán el impacto de este acercamiento.

Apenas el día lunes, el petróleo se desplomó y fue la mezcla mexicana fue la que más retrocedió a lo largo de la jornada con una caída de 9.5 por ciento, hasta los 41.28 dólares el barril.

A este fuerte derrumbe hay que agregarle la baja de producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), que alcanza un promedio de 2.2 millones de barriles diarios frente a los 2.4 millones de barriles previstos en el presupuesto.

Los efectos ya empezaron a sentirse, pues la baja en los precios internacionales del crudo ha recortado los ingresos que recibe el Gobierno mexicano, ya que al primer semestre de 2015, este rubro llegó a 381,880 millones de pesos, monto inferior en 38.3% anual a lo recibido en el mismo periodo del año pasado.