El sonorense Luis Urías quedó fuera de los planes inmediatos de los Atléticos. El club lo puso en asignación este lunes, una decisión que abre la puerta a que otro equipo lo reclame en waivers o que eventualmente el mexicano tenga que decidir entre aceptar un lugar en ligas menores o convertirse en agente libre.
Urías había firmado el 17 de febrero un contrato por un año y 1.1 millones de dólares con Atléticos, con la expectativa de ser pieza importante en el infield. Aunque comenzó la temporada en la banca, fue titular en apenas cuatro de los primeros 21 juegos, a partir del 20 de abril se adueñó de la segunda base y encadenó 26 partidos consecutivos como titular en esa posición.
Su progresión se frenó en julio, cuando problemas en la espalda lo llevaron a la lista de lesionados. Desde su regreso, no pudo recuperar el ritmo: en 25 juegos posteriores bateó apenas para .197, con un jonrón y tres carreras producidas en 71 apariciones al plato.
El movimiento se da en paralelo con el regreso del novato All-Star Jacob Wilson, reinstalado de la lista de lesionados, y con la subida desde Triple A Las Vegas de Zack Gelof, para quien había que abrir espacio en el roster de 40. De hecho, la presencia de Wilson ya había reducido el tiempo de juego de Urías en agosto, quedando fuera de la alineación en tres de los últimos cuatro encuentros.
Urías, de 28 años, debutó en Grandes Ligas en 2018 con los Padres de San Diego a los 21 años, y un año después pasó en un cambio a los Cerveceros de Milwaukee, donde vivió sus mejores campañas ofensivas.
En 2023 fue adquirido por los Medias Rojas de Boston y más tarde transferido a los Marineros de Seattle, que lo dejaron en libertad al concluir la temporada pasada. Es la primera vez en su carrera que es puesto en asignación.