Abigael González Valencia, alias El Cuini, señalado como uno de los principales financieros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y fundador de la célula criminal Los Cuinis, compareció este lunes por primera vez ante la jueza federal Beryl A. Howell en la Corte del Distrito de Columbia, en Washington, donde arrancó formalmente el proceso criminal en su contra.
De acuerdo con el periodista Ángel Hernández, la audiencia dio inicio a las 9:30 horas, duró apenas 15 minutos y representó el inicio del juicio contra quienes las autoridades califican como “el cerebro empresarial” detrás del crecimiento del CJNG, una de las organizaciones criminales más poderosas y violentas del México.
Durante la sesión, la fiscal Andrea Goldbarg informó que la primera entrega de evidencias en el caso ya fue presentada: más de 76 mil documentos de interceptaciones de comunicaciones, que incluyen registros de conversaciones en dispositivos Blackberry en las que aparecen El Cuini, su cuñado Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y Rubén Oseguera, El Menchito.
De acuerdo con el periodista, el acusado, de 61 años, ingresó a la sala vestido con uniforme naranja de prisionero y con manos y pies encadenados. Debido a una falla en los elevadores internos de la prisión, González Valencia entró por la misma puerta que los fiscales, abogados y el público, lo que rompió con el protocolo habitual.
Según la información, durante la audiencia, el acusado intercambió algunas palabras con su abogado Robert Fitl, a quien comentó que padece hipertensión y tenía pendiente una cirugía en México.
El Cuini, enfrenta tres cargos principales: crimen organizado, tráfico de cocaína y metanfetamina, y uso de armas de fuego. Ante las acusaciones, González Valencia se coloca dentro de la misma causa penal que El Mencho, considerado el líder máximo del CJNG y casado con Rosalinda González Valencia, hermana de Abigael.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, González Valencia diseñó un esquema financiero que permitió al CJNG expandirse a mercados internacionales, particularmente en Estados Unidos y Europa, donde la venta de cocaína alcanzaba precios millonarios.
Aunque no enfrenta cargos de lavado de dinero, el Departamento de Justicia asegura que invirtió las ganancias ilícitas en negocios y bienes raíces, lo que le permitió mantener una vida de empresario incluso tras retirarse parcialmente del trasiego de drogas.
La jueza Howell fijó la próxima audiencia para el 24 de octubre, fecha en la que se revisará el avance del caso y la fiscalía solicitará que este sea designado como “complejo”, lo que permitirá ampliar plazos para reunir pruebas, testimonios y dar tiempo a la defensa a preparar su estrategia.
El abogado Feitl confirmó además que Rubén Oliva, otro de los representantes legales de El Cuini, dejará el caso. Oliva ha defendido a otros capos mexicanos, entre ellos Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini, exjefe de seguridad de Los Chapitos.
Antecedentes de El Cuini
González Valencia fue detenido en 2015 en Puerto Vallarta, Jalisco, y tras años de litigios logró retrasar su extradición a Estados Unidos, misma que finalmente se concretó el 12 de agosto pasado. Fue parte del segundo grupo de 26 narcotraficantes entregados por el gobierno mexicano a la administración de Donald Trump.
Apodado también El Cachetón, construyó una de las redes de tráfico de cocaína más lucrativas hacia Europa y Estados Unidos, y llegó a colaborar con el gobierno mexicano como testigo en el caso Ayotzinapa, lo que prolongó aún más su permanencia en prisiones mexicanas antes de su entrega.
El proceso contra González Valencia se perfila como uno de los más relevantes en la ofensiva judicial de Estados Unidos contra el CJNG, organización considerada actualmente como el cártel más poderoso de México.
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