El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado(CEESP) advirtió que Claudia Sheinbaum Pardo apuesta en su primer año de gobierno por programas asistenciales y proyectos de infraestructura poco rentables.
“El Presupuesto para 2025, que será el primero del nuevo gobierno, tal parece que mantendrá las mismas premisas que el anterior: Programas asistenciales y proyectos poco rentables”, manifestó el organismo dirigido por Carlos Hurtado López.
De los 44 ramos que integran el gobierno de la República, 35 ramos presentaron recortes en el Presupuesto de 2025 respecto a los montos aprobados para 2024, explicó el órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Agregó que los 9 rubros del gobierno de Claudia Shienbaum que reportan aumentos se pueden relacionar con los proyectos y programas prioritarios del gobierno.
El gasto en desarrollo agrario, territorial y urbano aumenta 183 por ciento, lo cual responde principalmente al nuevo programa de vivienda social.
Le sigue el incremento de 65.1 por ciento en el gasto en infraestructura, comunicaciones y transportes, que contempla las nuevas obras ferroviarias en el país, recordó el organismo encargado de hacer análisis económico en México.
También crecen 20.7 por ciento las erogaciones de las entidades no sectorizadas, en especial por las transferencias al programa IMSS Bienestar, así como un aumento de 2.8 por ciento el gasto en Bienestar.
El CEESP comentó que rubros tan importantes para el bienestar de los hogares como el de salud reporta una disminución de 34 por ciento, así como el dinero para seguridad y protección ciudadana cae 36.2 por ciento y los recursos para el medio ambiente y recursos naturales bajan 39.4 por ciento.
De igual formo hubo un recorte de 6.7 por ciento el dinero para trabajo y previsión social, a pesar de integrar el programa de jóvenes construyendo el futuro.
“Los programas asistenciales del gobierno continuarán transfiriendo recursos a los hogares, incluso con nuevos programas, es probable que este beneficio pueda verse minimizado por los elevados costos que implica tener un entorno de baja calidad educativa y de servicios de salud, además del mayor gasto en seguridad que tienen que asignar las familias”.
Para el presupuesto del próximo año, si bien es cierto que las intenciones del gobierno son favorables, es evidente que no son suficientes para cumplir su meta original de reducir el déficit, dijo el instituto de investigación económica.
Añadió que reducir dos puntos del PIB y no en tres como se tenía planteado, además de ser muy complicado, puede generar desequilibrios importantes en la asignación de los recursos, afectando a rubros que pueden ser relevantes para el crecimiento, la inversión y el bienestar de las familias.
“En el Presupuesto del 2025 se propone una disminución de 3.6 por ciento en términos reales en el gasto total, lo que en principio pareciera ser una buena señal para los mercados financieros y fortalecer la calificación soberana del país”, apuntó.
“Más allá de una planeación real, la reducción del gasto responde a una exigencia natural dada la rigidez de las fuentes de ingresos y el riesgo que implica elevar los niveles de deuda”, puntualizó.
Reducir el déficit vía menor gasto es sin duda la mejor opción, aunque, dijo, puede tener un costo elevado, mientras que la clasificación administrativa del gasto programable, donde se refleja quien ejerce los recursos, se puede percibir cuales son las prioridades del nuevo gobierno.
“Tras las adecuaciones al gasto aprobadas, evidentemente por la mayoría de Morena, se puede apreciar que los objetivos serán los mismos que en el pasado gobierno: privilegiar objetivos políticos mediane proyectos cuya rentabilidad no es comprobable y programas de transferencias carentes de incentivos para la movilidad social y del objetivo de romper los ciclos de preservación de la pobreza de los segmentos sociales más necesitados”, concluyó.