Ciudad de México. La Cámara de Diputados aprobó esta noche por 469 votos una reforma al artículo 123 constitucional para devolverle al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) la atribución de comprar terrenos y construir espacios habitacionales. Se incluyó la opción para los trabajadores de rentar las viviendas, antes de adquirirlas.
En el tablero de votación apareció la única abstención del empresario Gustavo de Hoyos.
Como ha ocurrido con otras iniciativas de modificación a la Carta Magna, aunque todos los grupos parlamentarios habían anunciado que votarían a favor de la propuesta, el debate se extendió por más de nueve horas, luego de que se presentaron 199 reservas, las cuales se desahogaron en voz de 46 oradores.
En defensa de la reforma, los diputados de Morena y sus aliados señalaron que se garantizará el acceso a una vivienda adecuada a precios accesibles, en un escenario en el que existe un déficit de al menos 8.2 millones de viviendas, lo que representa 23.3 por ciento del inventario total de casas particulares habitadas.
De igual forma, destacaron que cerca de 60 por ciento de las viviendas existentes en México requieren alguna ampliación o mejora, y casi 25 por ciento de tienen más de 31 años de antigüedad.
La petista Lilia Aguilar recordó que fue en 1992 cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari le quitó al Infonavit la facultad de construir vivienda, para convertir a ese instituto en una especie de “banco” o entidad financiera que sólo se dedicaba a otorgar créditos que únicamente beneficiaban a empresas inmobiliarias privadas.
Además, recalcó, el gobierno de Ernesto Zedillo agravó aún más la situación porque agregó el requisito de que esos créditos fueran sobre “vivienda construida”.
Aguilar celebró que, con la reforma, el Infonavit podrá recuperar al menos 10 por ciento de las viviendas abandonadas en el país –casi un millón-, para después remozarlas y volver a ponerlas en el mercado.
Recordó que el gobierno de Claudia Sheinbaum se propone construir un millón de viviendas nuevas en este sexenio: 500 mil construidas por el Infonavit y 500 mil por la Comisión Nacional de Vivienda, además de otorgar 250 mil créditos para mejoramiento de casas, con una inversión de 20 mil millones de pesos.
Arrendamiento social
Aunque originalmente el dictamen establecía que los trabajadores debían cumplir un año de cotizar ante el Infonavit para después aspirar a un “arrendamiento social”, y posteriormente podrían tener la opción de comprar esa vivienda si cumplían 10 años de alquiler, la bancada de Morena presentó una reserva –que finalmente se aprobó- para quitar dichos candados.
De esta manera, los derechohabientes podrán comprar dichos espacios desde el primer año si ya están en condiciones de hacerlo. Sin embargo, se conservó el fragmento de la iniciativa que establece que “la mensualidad del arrendamiento social no podrá exceder 30 por ciento del salario de las personas trabajadoras”.
De igual forma, se aprobó una segunda reserva de ese grupo para que el Infonavit pueda adquirir suelo para la construcción de casas, y especificar que el sistema de vivienda “con orientación social” sólo pueda ser utilizado por las personas derechohabientes.
Cuestionamientos a Romero Oropeza
Por su parte, aunque habían anunciado que votarían en favor de la enmienda constitucional, los partidos opositores también manifestaron su inquietud por el hecho de que el Infonavit será dirigido por el ex director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, a quien acusaron de “ineficiencia y corrupción” cuando estuvo al frente de la empresa pública del Estado.
El PAN votó en favor, pero por postura política, centró sus críticas en el modelo.
“Preocupa que sea el mismo agrónomo Romero Oropeza el que ponga esto en marcha. ¡Le están entregando un negociazo! Se van a acabar el fondo de vivienda de los trabajadores para darle una empresita a ese señor”, afirmó la panista Carmen González Alonso.
En el mismo sentido, el también blanquiazul Julen Rementería se lanzó contra Romero Oropeza. “Es una pésima idea que quieran volver al Infonavit constructor y hacerlo con quien entre 2019 y 2024 le hizo perder 1.2 billones de pesos a Pemex. ¡A él le quieren dar el dinero de los trabajadores y la posibilidad de que se robe ese dinero!”
En medio de los gritos de los diputados de mayoría, el panista enfatizó: “Lo que están haciendo es entregarle una bolsa millonaria a quien arruinó a Pemex. ¡Ni una sola obra entregó este gobierno en precio, tiempo y calidad! ¿Por qué les vamos a creer que ahora sí lo van a hacer? ¡Ustedes son una bola de pillos que lo único que quieren es robar!”
Andrés Cantú, también del PAN, recordó que mientras el Infonavit construyó viviendas desde la década de los ochenta a principios de la de los noventa del siglo pasado, se construyeron mini casas. La historia, sostuvo, se va a repetir “y van a construir puros cuchitriles”. El doctor Éctor Jaime Ramírez Barba también se fue por ese terreno: “va a vivir mejor (Genaro) García Luna, que la gente en las casitas que van a construir”.
Besos desde la tribunaUno de los momentos más tensos de la sesión se vivió cuando desde la tribuna el petista Jesús Roberto Corral Ordoñez, quien luego de recordar que como ingeniero civil construyó más de 300 casas de interés social en Chihuahua, su estado de origen, fue cuestionado por la diputada Greycy Durán, su compañera de bancada y su paisana.
La legisladora le preguntó por qué una casa que su madre compró a través de Infonavit hace más de 30 años seguía a nombre de Corral. El diputado constructor que no solo tiene una vivienda a su nombre, sino más de 100 casas por una serie de problemas “burocráticos” del Infonavit que, adujo, perdió los títulos de propiedad, lo que ha impedido entregar las escrituras de las propiedades a sus legítimos dueños.
El periodo para que las casas sean reclamadas, dijo, está a punto de expirar, pero señaló que “afortunadamente” no ha muerto, para que la propiedad de las viviendas no quede en el aire.
“De los últimos 15 años para acá, yo he firmado más de 100 casas que ya no son mías y que los que las adquirieron tienen un viacrucis impresionante porque (en el Infonavit) perdieron sus papeles”. Sostuvo que, cuando el problema se resuelva, “con mucho gusto” firmaría las escrituras a nombre de los verdaderos dueños, incluida la madre de la diputada Greycy Durán.
A pesar de su amplia explicación, Corral volvió a ser cuestionado por el caso de las viviendas a su nombre, ahora por el panista Julen Rementería.
Antes de responder, el petista lanzó un par de besos con su mano derecha hacia la bancada del blanquiazul. El gesto fue acusado como una grosería y una agresión de género por la diputada Carmen González Alonso.
“Le voy a pedir que se dirija a mí como diputada y que no me esté aventando besos porque eso es violencia política de género. ¡Que me respete como diputada porque somos pares!”, soltó la panista desde su curul.
Lilia Aguilar tomó la palabra para defender a Corral y argumentó que su compañero había sido insultado por González Alonso. Ante ello, el legislador sólo hizo “gestos amorosos”; llamó a dejar el encono y a la panista a que presente una denuncia.
El tema creció tanto, que se pidió la intervención del Comité de Ética de la Cámara de Diputados para que dirimiera la supuesta ofensa, pero como esa instancia todavía no se ha constituido, se pidió que la propia Mesa Directiva se haga cargo del caso, para determinar.
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