sábado, noviembre 2, 2024

Rafael Nadal, una leyenda forjada en el dolor de las lesiones de su carrera

Era cuestión de tiempo, en los últimos años las lesiones se apoderaron de su cuerpo y lo mermaron físicamente, impidiéndole rendir al cien por ciento en la cancha de tenis. Lo intentó, no se rindió… pero ya no pudo más. Ayer, a través un video, a los 38 años Rafael Nadal anunció su retiro del deporte blanco, una disciplina en la que brilló con luz propia, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores en la historia.
Un deportista que nunca se daba por vencido, que peleaba los puntos al máximo y cuyo talento y mentalidad lo llevaron a ganar 92 títulos en su carrera, 22 de ellos de Grand Slam y 36 Masters 1000.
Logros impresionantes, pues le tocó trascender en una época en la que lidió con otros dos grandes como Roger Federer y Novak Djokovic, conformando el brillante Big Three. Un tridente que dominó a placer el mundo del tenis en los últimos 25 años.
Sin embargo, el alto nivel al que jugó en toda su vida su cuerpo lo resintió, provocándole 29 lesiones, las cuales le hicieron perderse muchos torneos, siendo baja 2,051 días.
Y con todo ello, superó el dolor para ser uno de los deportistas más grandes de todos los tiempos.
Nunca se sabe qué hubiera pasado si una buena salud hubiera estado más tiempo al lado del tenista español. Pero casi desde el inicio, las lesiones estuvieron presentes en su día a día, aprendió a sobrellevarlas y a vivir y jugar con ellas.
“Sin tantas lesiones, Rafael sería el mejor de la historia”
En el 2019 Toni Nadal, tío y entrenador de Rafa, y una de las personas que conoce más al de Manacor de todos los tiempos, aseguró: “Creo que si Rafael no hubiera tenido tantas lesiones, probablemente sería el mejor tenista de la historia. Pero sufrió esas lesiones y no hay nada más que decir».
Y es que Rafa padeció problemas en sus rodillas desde 2005, cuando solo llevaba dos años como profesional. Entonces se le detectó una dolencia en el pie izquierdo. Ahí empezó su calvario. Algo con lo que lidió durante toda su carrera. Era la Enfermedad de Müller-Weiss, padecimiento que afecta de manera degenerativa el pie, causando dolor en cada pisada, una deformidad en el hueso, un ‘bultito’ le llama Nadal. Esto puso en peligro su carrera. Era el comienzo. Solo tenía un Roland Garros y desde luego que esa dolencia condicionó muchas cosas y provocó la aparición de otras.
Pero fiel a su apodo, agarró al toro por los cuernos y aceptó el sacrificio que debía hacer.
Entendió que para tener un punto más que jugar, habrá que sentir dolor, uno que solo provocaba mayor deseo por jugar y superarse a sí mismo.
Tendinitis, plantillas correctoras y una operación en 2021 fueron su viacrucis. “No estoy lesionado. Soy un jugador que vive con una lesión constante”, dijo en 2022.
Más afectado que Federer y Djokovic
Entré el cúmulo de afectaciones que tuvo, el balear sufrió lesiones en el hombro, tendinitis en ambas rodillas, dolencia en la espalda, lastimaduras abdominales, en el psoas izquierdo, en las costillas, en la cadera, en las muñecas…
De hecho, estadísticamente Rafael Nadal triplica a Novak Djokovic en el número de dolencias sufridas y tuvo 10 más que el suizo Roger Federer hasta su retiro. El serbio ha padecido ocho lesiones significativas que le han hecho perderse tres Grand Slam. Federer tuvo 14 que le apartaron de ocho majors. El historial de Nadal es más amplio, sus 29 lesiones le hicieron faltar a 14 grandes, incluidos cinco en los últimos dos años.
Su última lesión fue la cadera, que se operó en 2023, se perdió casi todo el año, regresó, pero no al cien. Hizo el esfuerzo este año en Roland Garros y en los Juegos Olímpicos, lo intentó, pero ya no pudo y se despedirá de las canchas el próximo mes en la Copa Davis, donde pondrá fin a una carrera extraordinaria.
¡Gracias, Rafa Nadal!
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