Este domingo 24 de marzo marcó el inicio de la Semana Santa, una celebración que se extenderá hasta el 31 de marzo y que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Es un periodo de recogimiento en los templos católicos, que abarca desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua.

El Domingo de Ramos es especialmente significativo, ya que conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue recibido con hojas de palma por los habitantes de la ciudad. En este día, las iglesias leen los cuatro evangelios canónicos, que relatan este momento clave en la vida de Jesucristo.

Según el medio religioso Holyart, en el evangelio de Juan se detalla que Jesucristo llegó a Jerusalén cinco días antes de la Pascua, coincidiendo con la época en que se solía sacrificar al cordero para la festividad judía. Al llegar a la ciudad, Jesús fue aclamado por la multitud, que lo recibió con ramas de olivo y gritos de «¡Hosanna!, ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!».

Las ramas de olivo, así como otras especies de árboles como el sauce, el abeto o la palma, son símbolos sagrados que los fieles llevan a los templos religiosos para ser bendecidos por los sacerdotes. Estas plantas simbolizan la paz y el renacimiento, y su presencia en los hogares durante la Semana Santa es una tradición arraigada en muchas comunidades católicas.

En palabras de Aciprensa, lo importante no es el tipo específico de rama utilizada, sino el significado espiritual que se le atribuye, recordando el momento en que Jesús fue recibido con alabanzas y bendiciones por aquellos que creían en él.