sábado, abril 27, 2024

EL ESCASEZ DEL AGUA; UNA CRISIS QUE PODEMOS Y DEBEMOS EVITAR

Biol. Rosamond Coates
Estación de Biología Tropical Los Tuxtlas
Instituto de Biología –UNAM

En realidad, la escasez de agua es un fenómeno natural, pero también un fenómeno inducido por los seres humanos. Aun cuando hay suficiente agua dulce en el planeta para satisfacer las necesidades de una población mundial de cerca de siete mil millones de personas, su distribución es desigual tanto en el tiempo como en el espacio, y mucha de ella es desperdiciada, contaminada y manejada de manera insostenible. Hay un buen número de regiones en el mundo que sufren escasez de agua, esto debido a que el uso de este recurso ha crecido más del doble en relación con la tasa de incremento poblacional en el último siglo. Cerca de una quinta parte (1,200 millones) de la población mundial de casi 7 mil millones de personas, habita en áreas que enfrentan escasez de agua, y otro cuarto de la población mundial (1,600 millones) enfrenta recortes en el suministro de agua debido a que carecen de la infraestructura necesaria para tomar agua de los ríos y acuíferos (datos de la ONU, 2005). La escasez de agua representa para muchos países el desafío urgente para el desarrollo socioeconómico y humano en general.
La escasez de agua es la condición en la cual la demanda de este recurso, en todos los sectores, incluyendo el del medio ambiente, no puede ser satisfecha debido al impacto del uso del agua en el suministro ni en la calidad del recurso. Esta escasez puede empeorar a causa del cambio climático, especialmente en zonas áridas y semiáridas, que por si presentan estrés hídrico. Así, la protección de los recursos de agua dulce mundiales requiere que el impacto de origen humano sobre el medio ambiente y el clima sea abordado de manera integrada. Es importante desarrollar e implementar programas que protejan el medio ambiente natural, conserven los recursos hídricos y los utilicen de manera eficiente.
Al mismo tiempo la degradación de la calidad del agua contribuye a la falta de este recurso. La mala calidad del agua tiene múltiples consecuencias para la salud y el medio ambiente, que vuelve ser un recurso no apto para su uso, dando como resultado la reducción en la disponibilidad de recursos hídricos. En efecto, la contaminación del agua ha devenido en una de las grandes amenazas para la disponibilidad y reúso del agua dulce. La acelerada urbanización, el incremento en las actividades agrícolas, el uso de fertilizantes y plaguicidas, la degradación del suelo, las altas concentraciones de población y la deficiente eliminación de desechos afectan la disponibilidad de los recursos de agua dulce. El tratamiento del agua puede ser caro; en consecuencia, es necesario abordar las cuestiones relativas en particular a la escasez y calidad del agua. La falta de agua para la población humana puede afectar la higiene personal, la limpieza en general, y como consecuencia el aumento de enfermedades infecciosas.
Aquí en Los Tuxtlas en los últimos años hemos sufrido de una sequía más marcada cada año. Aun que pensamos que llueve mucho en la región hay una falta de precipitación en ciertos meses debido a que las causas naturales acoplada con el fenómeno del cambio climático provocado por acciones humanas nos ha llevado a pérdidas económicas, destrucción irracional de ecosistemas e incluso problemas graves de salud pública. La falta de lluvia es central pero no es el único factor que provoca la escasez de agua potable en los hogares de la región. La mala calidad, acceso no equitativo, actividades indebidas en áreas de recarga o conservación y la mala gestión son algunos de los otros muchos factores que inciden en esta problemática.
La falta de este líquido vital es evidente en los centros urbanos en donde el consumo de agua por la población es mayor. Los ayuntamientos no cuentan con suficientes fuentes de agua dulce o con los sistemas adecuados de redes hidrológicos en buen estado para abastecer las necesidades de sus habitantes. La ciudadanía culpa los gobernantes municipales para esta escasez del agua, pero en realidad la problemática es mucho más complejo. Se debe empezar a tomar medidas de prevención entre la población para no desperdiciar el agua o dar mal uso en sus actividades de la vida diaria.
También la deforestación en la región ha contribuido a la problemática de la falta de agua no solamente en los centros urbanos, pero también en las áreas rurales. La remoción de la vegetación en las cercanías de los fuertes de agua ha sido notoria y el sector agrícola asimismo sufre por la falta de suficiente agua para sus animales y sus cultivos.
Hay que impulsar una conciencia sobre la conservación del agua entre la población. La conservación del agua se refiere a todas las actividades, prácticas y técnicas destinadas a utilizar de manera consciente y sostenible el agua dulce disponible en nuestro planeta, así como a proteger y preservar las fuentes de agua dulce, como ríos, lagos, acuíferos, aguas subterráneas y humedales. Naturalmente, la educación tiene un papel clave en la concienciación de la población mundial. Esto es lo que favorece la progresiva adopción de prácticas responsables en el uso cotidiano a nivel personal y comunitario.

Hay diversas medidas, así como una multitud de acciones para ayudar en combatir la escasez de agua en nuestro entorno solamente necesitamos la motivación y la iniciativa personal o en grupos para poner el ejemplo y lograr un futuro saludable. Es imperativo que actuamos antes de llegar a la escasez de agua inminente.

¡OBSERVA EL DÍA MUNDIAL DEL AGUA 22 DE MARZO CON UNA ACCIÓN POSITIVA!

La imagen fue tomada de la Gaceta UNAM, junio 20, 2022.

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