Con el traslado de cuatro leones, dos hembras y dos machos, a Sonora, ya sólo quedan seis grandes felinos en el predio de la Fundación Black Jaguar – White Tiger, propiedad de Eduardo Serio, acusado de delitos contra la biodiversidad, tráfico de especies y lavado de dinero.
En el terreno del Ajusco asegurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), desde el pasado 7 de julio, se encontraron 177 ejemplares abandonados, desnutridos, deshidratados y con problemas de salud, que poco a poco han sido reubicados, para que puedan recibir los cuidados necesarios.